Arrancamos el papel estropeado, que no salió tan fácilmente...,
..., tuvimos que humedecerlo y raspar hasta dejar la madera vista.
Y lo que, en principio, consideramos que había sido una mala idea (lo de quitar el docoupage), al final fue lo más sensato, pues pintar directamente sobre el papel de vinos sí que fue un error. El barniz que lo protegía hacía que la pintura no agarrase lo suficiente, así que tuvimos que retirar la primera mano ya dada, lijar y volver a pintar. Ésto nos ha retrasado el terminar la susodicha bandeja...
..., por lo que nos vamos a centrar solo en una de ellas. Le aplicamos un estarcido tras tres manos de color mint...
..., y, por supuesto, mucho barniz, para garantizar su uso sin problemas cada día.
¿Qué os parece para un romántico desayuno?
Prometemos hacer fotos de las dos terminadas... Mientras tanto, os dejamos con esta coquetuela, feliz de la vida con su nueva imagen.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!