No se si es lo habitual, pero en mi caso se trataba de una visita relámpago a Barcelona. Nada que ver con mis viajes a
Marrakech,
Egipto o
Nepal. El motivo no
era turístico y por tanto para esos menesteres entre ir y venir, restando una y otra cosa, solo disponía de 24 horas reales divididas en varias jornadas para visitar la ciudad. Es verdad que durante el trayecto en el Ave desde Madrid ya preparé una idea general de lo que quería ver de manera imprescindible que me facilitó las cosas.
Barcelona cuenta con un transporte público muy accesible y que llega a todos los rincones de la ciudad, así que los medios fueron el tren, el
metro, el taxi y las piernas, estas últimas fundamentales que no deben flaquear ya que para ver Barcelona hay que patear, sobretodo en el centro histórico y el barrio gótico. Aquí os dejo algunos de los lugares que me dio tiempo a ver, deteniéndome por supuesto en la Sagrada Familia, que por si misma merecería la visita.
El Parc Guell, la Sagrada Familia, Las Ramblas con su vida y su Mercat de la Boquería, el Passeig de Gracia donde ver La Pedrera y la Casa Batlló, la Plaça de Catalunya, la Plaça Reial en el Barrio Gótico, el Palau de la Música, la Catedral, el Puerto con la estatua de Colón, la Iglesia de Santa María del Mar, creo que son una buena representación para este fugaz recorrido de "Barcelona en 24 horas".
Algunos de los sitios son de pago, como en muchas otras ciudades de Europa. Con un pequeño plano de la ciudad podrás ver en seguida el mejor itinerario y los emplazamientos exactos de estos lugares. Desde Madrid, solo llevé con antelación la entrada a la Sagrada Familia con a subida a la Torre del Nacimiento. De ese modo evité una hora de cola para sacar la entrada en primer lugar en uno de los laterales del recinto y la de acceso en el lado contrario.
Por supuesto, las fotografías de este artículo son mías y están hechas con mi inseparable cámara
Nikon D7100. Para esta ocasión y teniendo en cuenta el recorrido principalmente callejero, mi apuesta fue para el
Nikon 18-140mm y el
Tokina 11-16mm este último sobretodo para el interior de la Sagrada Familia y la iglesia de Santa María del Mar y los espacios reducidos.
BARCELONA en 24 horas.
Parc Guell. Un parque construido por Antoni Gaudi como un curioso balcón sobre la ciudad, aprovechando la ladera de la montaña, que es patrimonio de la humanidad desde 1984. Tiene varias zonas, un mirador, paseos, zona de las columnas, edificios torres a la entrada que son visitables, arcos de piedras. Un parque mágico de ensueño que merece la pena, aunque te tengas que acercar a pie desde el metro a 20 minutos. El taxi es otra opción a no descartar.
Sagrada Família. Es un enorme templo que aún está en construcción. Sencillamente maravilloso y desde que se plantea ante tu vista no dejarás de mirar. No es necesario entrar, pero te aseguro que merece la pena el pago para ver la inmensidad creada por la imaginación de Gaudi. Las columnas y cúpulas interiores son grandiosas y espectaculares y las visitas a las torres muy recomendables. En mi caso me decidí por la torre del Nacimiento porque se accede en ascensor, pero se baja por las escaleras, que es un paseo espectacular por las entrañas del monumento.
Passeig de Gracia. Lleno de construcciones modernas y tiendas de marca que contrastan con los palacios y ls casas antiguas. Yo llegué a ver las fachadas de La Pedrera y la Casa Batlló. Siempre en dirección al mar, llegamos a la
Plaça Catalunya y desde allí por
Las Ramblas, la calle más popular de Barcelona, al monumento a Cristobal Colón donde comienza el
Puerto de Barcelona. Esto si es patear la ciudad.
Mercat de la Boquería. A mitad de camino de Las Ramblas, bajando a mano derecha, casi escondido, podrás encontrar la mejor de las experiencias sensorial para el olfato, el gusto y la vista. El que dicen el más bello mercado de la ciudad donde compran los vecinos y amas de casa y los mejores cocineros.
El Barri Gòtic lo dejarás a la izquierda según paseas por Las Ramblas en dirección al mar. Puedes llegar a él a través de la
Plaça Reial, una de las plazas más bellas de la ciudad con un modelo arquitectónico francés de 1848 en tiempos de Napoleón, que cuenta en su centro con la
fuente de las tres gracias y las farolas modernistas diseñadas por Antoni Gaudi.
El Palau de la Música no tengo idea de como suena, pero desde luego el exterior es un regalo para los ojos que no te puedes perder, aunque deberás buscarte la vida para encontrar un angulo desde donde hacer una fotografía aceptable al estar en calles muy estrechas.
La Catedrál de Barcelona, que en realidad se llama: La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Santa Cruz y Santa Eulalia (en catalán, Catedral de la Santa Creu i Santa Eulàlia) es la catedral gótica de Barcelona, sede del Arzobispado en Cataluña y se construyó durante los siglos XIII a XV sobre una antigua catedral románica,
Santa María del Mar merece una mención aparte para mi gusto y me sorprendió que algo tan bello estuviera tan recogido entre callejuelas. Una pequeña iglesia por fuera que dentro se convierte en grandiosa con unas cúpulas y unas vidrieras que te dejarán enamorado. Está en el Barri del Born que ahora está muy de moda y tiene mucho ambiente.
Un café frente a la fachada viendo pasar gente o leyendo un libro no tiene precio. Lo del libro va con segunda intención, ya que "La catedral del mar" es una novela de Ildefonso Falcones que narra la vida de la Barcelona del siglo XIV y tiene como nexo de unión la construcción de la iglesia de Santa María del Mar.
Después de ver esto, te pasará lo que a mi, la visita de "Barcelona en 24 horas" se queda muy pequeña y muy corta de tiempo.
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