“Pues bien, Arnau, no sé si será el mejor templo del mundo. Lo que te aseguro es que será único, y lo único no es ni mejor ni peor, es simplemente eso: único.”
Calla. No existe el pasado. No hay nada que perdonar. Empecemos a vivir desde hoy. Mira, el mar. El mar no sabe nada del pasado. Ahí está. Nunca nos pedirá explicaciones. Las estrellas, la luna, ahí están y siguen iluminándonos, brillan para nosotros. ¿Qué les importa a ellas lo que haya podido suceder? Nos acompañan y son felices por ello; ¿las ves brillar?. Titilan en el cielo; ¿lo harían si les importara?
La Catedral del mar. Ildefonso Falcones.