Bases para una vida sana: buscando el equilibrio.

Publicado el 28 enero 2014 por Lou Perez @louretrohw
Hoy necesito saber que no estoy sola en esto...A mí siempre hay algo que me duele: cuando no es la rodilla es espalda, que si no me lo cuido me sube a la cabeza, a veces se me pinza un hombro y se me duerme el brazo, los tobillos se agotan... pero bueno, gajes del oficio, digo yo.Me he acostumbrado a tener ese dolor de base y el día que no me duele nada es día de celebración.
No considero que mi cuerpo esté mal o enfermo: "es lo que hay", le pego un tute importante pero me cuido como mejor sé. Hago mis estiramientos, duermo las ocho horas de rigor, como bien, bebo mucha agua...
Pero a menudo me siento agotada, sin ganas de hacer nada más que tirarme en el sofá o me quedo tonta mirando por la ventana y no viendo nada... perdiendo el tiempo.

yo soy la seño...


La salud hasta hace poco tendía a tener una de esas definiciones de contraposición: la salud es la ausencia de enfermedad.
Pero la verdad es que la salud involucra aspectos más allá de no estar enfermos, es necesario un equilibrio físico, psíquico y emocional y una relación satisfactoria con el entorno.
Hay un montón de estudios que exploran cómo las diferencias sociales en una misma comunidad son razones evidentes por las cuales la población más pobre tiende a enfermar más fácilmente. También el sedentarismo o la frustración causan transtornos de diferentes tipos y sentimientos como la apatía y el estrés nos pueden provocar desde una úlcera hasta la temida depresión.
No, no quiero asustar ni amargarle el día a nadie. Sólo quiero llamar la atención sobre un par de cositas que están en nuestras manos pero que las pasamos por alto.
Queremos sentirnos bien, llenos de energía, con ganas de comernos el mundo; queremos estar fuertes, despiertos y ágiles. Deseamos sentir que nuestra vida tiene una dirección ascendente, cumplir objetivos marcados y generar relaciones productivas... queremos, queremos... pero qué hacemos para conseguirlo?

El vikingo y yo disfrutando del archipielago en Estocolmo


Estamos acostumbrados a pagar por lo que queremos tener, a seguir una serie de reglas básicas de convivencia para no molestar y que no nos molesten, cumplimos con nuestras obligaciones laborales o familiares y, si nos quedan fuerzas atacamos algún hobbie, a no ser que tengamos más cosas que hacer.
Lo que quiero decir es que lo primero somos nosotros, lo primero eres tú!Tener responsabilidades con la comunidad no nos quita el derecho a querernos y cuidarnos... no, tampoco nos quita el tiempo.
Comer bien y mejor es un derecho, no un lujo... y ya no hablo sólo de la calidad de la comida si no de la calidad del momento. Buscar el lugar y el ambiente adecuados, el tiempo y la atención que la ingesta de alimentos requiere es imprescindible para que asimilemos bien los nutrientes.
Dormir en un colchón que se adapte a nuestra espalda (no necesariamente el más caro del mercado), con la mente tranquila, las horas que necesitas, ese sueño reparador del que hablo en este post.
Tomarte el tiempo de mirar al cielo, de disfrutar con la melodía de la naturaleza, una conversación relajada, la sonrisa de un niño, el beso de tu pareja...

mi sobri que le alegra el día a cualquiera

Tengo en el tintero un par de posts en los que intentaré desarrollar cómo debemos comer y para cómo debemos dormir puedes leer aquí. La calidad frente a la cantidad, la motivación frente a la obligación y algunas cositas por el estilo que nos harán sentirnos mejor, más fuertes y con más energía.Porque queremos y queremos pero poco hacemos y no vale tirar balones fuera, que las únicas responsables somos nosotras y nuestras decisiones.
Hoy te dejo con un pensamiento, para que no creas que he soltado esta disertación para bajonearte sin ningúna frase de aliento al final, que yo no soy así, que yo soy buenrollera.
Te invito a que hagas dos ejercicios hoy (bueno, hoy y todos los días):
  • Mantente presente, en cada cosa que hagas mantén tu mente en el momento presente, sé que tienes cosas que hacer después, que quieres revisar los que hiciste antes, pero intenta observar el momento presente, sé más consciente de cómo te mueves, de lo que haces, mira tus manos al escribir, escucha tu voz al hablar, relaja tu cuerpo al caminar... vuelve al ahora, porque el ahora es lo único que realmente existe
  • Piensa si es lo mejor, en muchas ocasiones tenemos opciones mejores de actitud, de respuesta, de decisión, de alimentación, de actividad... no te dejes llevar por la pereza porque, lo creas o no, es nuestra peor enemiga y no: no mola. Descansar es una cosa, perrear es otra. Date lo mejor siempre que puedas, no a expensas de nada ni nadie, sólo porque dándote lo mejor es como tú también podrás llegar a tu máximo potencial.

que si lo dice él os lo creeréis más que si lo digo yo


Espero daros motivos de reflexión y fuerzas para tomar decisiones. 
Que tengáis un feliz día!
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