"Ahora quiero que escriban esto. Para memorizar algo, es mejor apuntarlo. Escriban esto. 'Nos mataremos entre nosotros'. Escríbanlo tres veces"
Revisión de una de mis películas favoritas y obra de culto del japonés Kinji Fukasaku, cineasta relevante para un género conocido como Giri-ninjo donde los Yakuza y el crimen son protagonistas, pero también un director que influenciado por la Nouvelle-vague y el Neorrealismo Italiano, utilizó la violencia y acción como método de reflexión social sobre el Japón de los años 60 y 70. Fukasaku, que inició sus carrera a mediados de los años 60, pero haciéndose representativo con una obra del subgénero Yakuza, como lo fue Batallas sin honor, ni humanidad (1973), que revolucionó el estilo y le dio un nombre a este director de marcado realismo, gráfica violencia pero con un fuerte contenido social y crítica a esa sociedad japonesa de posguerra, industrializada y propensa a lo éste puso en pantalla, sangre, bajeza humana y decadencia, que perfectamente se pueden reflejar en su trabajo más conocido como lo fue Batalla Real, su última película y legado cinematográfico - sin dejar de lado que murió durante el rodaje de la segunda parte que finalizó su hijo Kenta-. Con más de sesenta películas en cuatro décadas, este incansable director de la productora Toei que con su férrea disciplina de producción, hizo que el japonés nacido en una de las prefecturas afectadas por los bombardeos de la segunda guerra mundial, tuviera conciencia de los males de sus sociedad, su gobierno y de la misma posguerra que han marcado cada uno de sus largometrajes. Con Batalla Real, la película que vamos a analizar, la idea de la supervivencia, la decadencia del estado y la Violencia son los argumentos de la más polémicas obras de este director.
Con la fotografía de Katsumi Yanagishima, habitual en las obras de Takeshi Kitano, donde su trabajo técnico y artístico está mediado por la "ausencia" de contrastes, el uso de luces blancas y un atípico naturalismo, propio del cine japonés; en este caso es la cámara y el uso de la misma, la que se hace protagonista más que el diseño con luz, sin negar sus cualidades en ciertas secuencias, principalmente en exteriores. Mucho más efectiva y sólida es la estructura sonora/musical por parte de Masamischi Amano, además del uso de autores clásico como Verdi -y otros-, que se contraponen a la violencia de la obra.El montaje de Hirohide Abe, experto en el cine de acción, no sólo está concentrado en la violencia y el choque de la misma, sino en el manejo de los tiempos y en ese tono, que se va a haciendo cada vez más superlativo, a medida que la violencia pero también el drama, se van acrecentado, Abe maneja un montaje tan dinámico y efectivo como se puede esperar de este tipo de obras pero no se guarda los "tiempos muertos" y las reflexiones a partir de la unión de secuencias y escenas.
(1)http://curiosidadesdecine.com/movie/battle-royale