La Batata Harra es el equivalente en España a nuestras patatas bravas, de hecho su traducción literal sería patatas picantes o en su defecto aromatizadas, para los que no les guste el picante.
Es un plato muy común en la gastronomía libanesa pudiendo acompañar cualquier carne o pescado como guarnición o convertirse en protagonista de una merienda o picoteo entre amigos, vamos, igual que nosotros.
Poco a poco según damos la vuelta al mundo desde nuestro proyecto mensual "Cocinas del mundo" me voy dando cuenta, que por muy remoto que sea el país que visitamos, su gastronomía no es tan diferente.
Teresa de "Casa Tere" nos proponía, para esta décimo tercera edición, visitar el Líbano, un país de oriente próximo muy influenciado por la cocina turca y la árabe, su localización bañada por el mediterráneo hace de El Líbano un país con alimentos muy parecidos a los nuestros, ricos en frutas, verduras y legumbres y la patata, como es también el caso en nuestro país, protagonista de muchos guisos y acompañamientos.
Elegí esta receta por su sencillez, es facilísima de hacer, por su versatilidad pudiendo adaptarla a nuestros gustos, picante o dulce, cambiando especias de aquí y allá, porque sus ingredientes son muy comunes y los podemos tener en casa habitualmente o encontrarlos siempre en nuestra frutería habitual y sobre todo por el contraste de sabores, según iba leyendo los ingredientes sabía que el resultado en boca sería algo que no había probado nunca y no me equivoqué, son extraordinarias la cantidad de papilas del gusto que se activan con este plato, creo que se pasa por todas, dulce, picante, ácido... una experiencia gastronómica alucinante en un sencillo "plato de papas" como podríamos decir ;-)
Ingredientes:
- 2 pimientos rojos (tipo italiano)
- 2 guindillas picantes
- 1 cebolla mediana
- 1 lima
- Dos cucharadas de cilantro fresco picado
- Una cucharadita de semillas de coriandro
- Aceite de girasol para freír
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Preparación:
Pelamos, lavamos y cortamos en cuadros medianos las patatas. Las ponemos a cocer con sal unos 5-6 minutos hasta que queden al dente.
Escurrimos muy bien y las freímos en abundante aceite de girasol caliente hasta dorar. Iremos dando la vuelta a cada una con cuidado, son delicadas ya que están precocidas, hasta que todas estén doradas y selladas (una especie de corteza dura) por todos los lados. Reservamos en papel absorbente.
Picamos toda la verdura y la ponemos a sofreír en un chorro de aceite de oliva junto con el cilantro freso y las semillas de coriandro. Salpimentamos.
Cuando la verdura esté ligeramente pochada (al dente) añadimos las patatas, rehogamos con cuidado un par de veces para mezclar y que se combinen los sabores.
Servimos en una bandeja o plato amplio y regamos con el zumo de la lima.
Consumimos inmediatamente.
Fuente: "Media hora para cocinar"
Y seguimos con la maleta en ristre para seguir degustando comida libanesa en casa de nuestros compañeros de viaje desde "Casa Tere" y coger billete para la próxima escala con Concha Bernad desde su blog "Cocina y aficiones"