Las baterías de iones de litio usan metales tóxicos y pesados que pueden afectar el medio ambiente cuando se extraen del suelo y son difíciles de eliminar de forma segura, el cobalto es uno de esos metales pesados y es utilizado para fabricar electrodos de batería. Parte del problema es que el litio y el cobalto no están disponibles en abundancia y los suministros están disminuyendo.
El uso de materiales orgánicos es el camino a seguir y eso ha hecho que científicos como el profesor Thomas Baumgartner de la Facultad de Ciencias y su equipo se hayan ocupado en desarrollar y probar nuevas moléculas para encontrar las correctas para reemplazar los metales raros actualmente en uso, "Los materiales de electrodos orgánicos se consideran materiales extremadamente prometedores para baterías sustentables con capacidades de alta potencia", explica Baumgartner.
Su último avance es la creación de una nueva molécula orgánica a base de carbono que puede reemplazar el cobalto usado en cátodos o electrodos positivos dentro de las baterías de iones de litio, dando como resultado que el nuevo material supera las deficiencias del material inorgánico mientras mantiene el rendimiento.
Baterías amigables con el ambiente
"Los electrodos hechos con materiales orgánicos pueden hacer que la fabricación a gran escala, el reciclaje o la eliminación de estos elementos sean más respetuosos con el medio ambiente, el objetivo es crear baterías sustentables que sean estables y tengan una capacidad igual de buena, si no mejor" continúa el científico.
La investigación ha sido publicada en la portada de la edición de marzo de la revista Batteries & Supercaps, "Con esta clase particular de moléculas que hemos fabricado, el componente electroactivo es muy adecuado para las baterías, ya que es muy bueno para almacenar cargas eléctricas y tiene una buena estabilidad a largo plazo".
Baumgartner y su grupo informaron previamente sobre el componente electroactivo en un artículo publicado en la revista Advanced Energy Materials, "Hemos optimizado este componente electroactivo y lo hemos puesto en una batería. Tiene un voltaje muy bueno, hasta los 3.5 voltios, que es realmente donde están las baterías actuales, es un importante paso adelante en la fabricación de baterías totalmente orgánicas y sustentables".
Baumgartner, junto con los investigadores posdoctorales Colin Brides y Monika Stolar, también han demostrado que este material es estable en la operación a largo plazo con la capacidad de carga y descarga durante 500 ciclos de la batería. Una de las desventajas de los electrodos inorgánicos es que generan un calor significativo durante la carga y requieren velocidades de descarga limitadas por razones de seguridad. Esta nueva molécula aborda esa deficiencia.
El siguiente paso, dice Baumgartner, es mejorar aún más la capacidad de las baterías. Su equipo está desarrollando actualmente la próxima generación de moléculas que prometen aumentar la capacidad actual.