Desde los albores de la humanidad, las personas han consumido grandes cantidades de verduras de hojas verdes, hortalizas y frutas frescas. Nutren, hidratan y protegen nuestro organismo frente a enfermedades como gripes, constipados, incluso cáncer ya que estimulan nuestro sistema inmunológico. En diversos estudios científicos independientes se ha demostrado que el poder de antioxidantes, macronutrientes, micronutrientes de los alimentos es muy superior a los que encontramos en los medicamentos, pero al ser tan económicos y encontrarse en grandes cantidades en alimentos naturales, se suelen desestimar. Nadie es más sabio que la naturaleza, que prepara los alimentos cocinados con el astro Sol, para que nos ayude a asimilar de forma equilibrada todo lo que necesitamos para estar sanos y fuertes.
Hoy en día, gracias a la industrialización y las compañías alimenticias, estamos comiendo peor que nunca en la historia de la humanidad. Los neurotóxicos, exceso de sodio y azúcares procesados están presentes en muchos de los alimentos que consumimos habitualmente (carnes, patatas fritas, galletas, …), cualquier alimento envasado, requiere que leamos su etiqueta antes de consumirlo.
No hace falta ser un genio para deducir que las mismas compañías que nos intoxican con sus productos alimenticios procesados, son las que nos ofrecen soluciones farmacéuticas para aliviar sus síntomas. Es uno de los motivos por los que la dislipemia (colesterol elevado), diabetes tipo 2, hipertensión arterial, son las principales dolencias de nuestro siglo. Tanto la salud pública como privada, invierte enormes cantidades de dinero para que las personas con estas dolencias, puedan sobrevivir y continuar con su vida de forma “casi normal”.
Pero no está todo perdido, simplemente hay que ser racional y buscar la raíz del problema que nos adolece ¿Por qué estamos enfermando? ¿Qué podríamos hacer personalmente para mejorar nuestra salud?
Descargar en PDF | Cuadro de combinaciones de alimentos para batidos verdes
Victoria Boutenko, que vivió gran parte de su vida en Rusia, su país natal, evidenció que cuando emigró a E.E.U.U. y llevaba algún tiempo viviendo allí, consumiendo el tipo de comida que habitualmente comen los americanos, tanto ella como su familia enfermaron.
Quiso el destino que conociera una mujer vegana, con un aspecto y salud inmejorables para la edad que tenía. Victoria, de carácter inconformista e inquieto, propuso un cambio radical en la alimentación de su familia entera. Dejaron automáticamente los alimentos procesados y consumieron simplemente frutas y verduras frescas a voluntad. Para ayudarse a consumirlas en grandes cantidades, se le ocurrió hacer batidos y zumos con ellas. Así que se la conoce como una de las pioneras de alimentación crudivegana, e inventora de los zumos verdes.
Aunque reconoce que al principio no fue fácil, hoy en día todos están muy sanos y disfrutan de una vida plena, sin enfermedades. Son conocidos como la familia “verde”. Podemos encontrar publicaciones de todos ellos, comentando sus recetas y sus experiencias. ¡Muy inspiradores, la verdad!
Aunque ésta historia está muy bien, la mayoría pensará que este estilo de vida no es para ellos, porque tienen familiares, compromisos sociales, obligaciones que impiden dedicar mucho tiempo a cocinar o planificar menús saludables. Fracasamos antes de comenzar a hacer un simple cambio. Estamos tan enfrascados en nuestros quehaceres diarios, que todo planteamiento extraordinario, por muy bueno que sea, nos supera con nada más pensarlo.
Pues bien, como bien dice el refrán “el que algo quiere, algo le cuesta”, si queremos ganar en calidad de vida a largo plazo tendremos que invertir en nuestra salud.
Yo os propongo un plan sencillo, para ir incorporando sin darnos cuenta más frutas y verduras frescas. Es un plan apto para toda la familia, en la que los niños disfrutarán de su cantidad de verduras y frutas, sin darse cuenta…
En primer lugar, deberemos diferenciar entre zumo o batido. Personalmente, los batidos me gustan más ya que incorporan el alimento completo, con su fibra y su piel, que es donde se suelen concentrar la mayor cantidad de vitaminas y sustancias que protegen nuestro sistema inmunológico.
Los zumos son más ligeros, indicados para comidas livianas o estómagos más delicados. Personas que no tienen mucho apetito y que tienen digestiones pesadas, que se sienten saciadas en seguida. Al ingerir zumos, serán capaces de consumir más cantidad que si de frutas y verduras sin licuar se tratara, y se verán beneficiadas de una mayor ingestión de antioxidantes. Con el tiempo, con un estómago más entrenado, deberán ir alternando zumos y batidos para una alimentación más completa y equilibrada.
Las frutas y verduras que podemos incluir son infinitas, con infinidad de combinaciones. El problema es que ni todas las frutas, ni todas las hortalizas tienen el mismo tiempo de digestión, ni nuestro estómago segrega los mismos fluidos para digerir distintas clases de ellos. Por ejemplo, grasas y azúcares serían una combinación demasiado pesada para nuestro organismo. Este motivo me ha llevado a elaborar una guía con las mejores combinaciones para ayudar a vuestro organismo a obtener la mejor salud posible. Este documento lo podréis imprimir e incluirlo en vuestro recetario habitual o simplemente colgarlo con un imán en la nevera, para recordarnos siempre la necesidad de consumir muchas frutas y verduras frescas para mimar a nuestro organismo y el de nuestra familia.
La diversidad y el color de los alimentos es muy importante, ya que los colores nos indican el tipo de nutrientes que contiene. Jamás deberemos consumir crudas las berenjenas, patatas, judías verdes o las legumbres sin germinar ya que contienen sustancias que nuestro organismo no puede asimilar.
Es recomendable tener una batidora muy rápida, tipo thermomix o vitamax para evitar que se centrifuguen los alimentos y podamos obtener el máximo beneficio. En el caso de los zumos, las mejores maneras de prepararlos son con exprimidores tipo prensa, que tampoco calientan ni centrifugan los alimentos.
El tiempo desde que realizamos el batido hasta consumirlo, debe ser el menor posible ya que una vez batidos los alimentos, tienden a oxidarse. Pueden guardarse en la nevera, pero jamás por un periodo superior a 24 horas.
Los zumos y batidos pueden sustituir perfectamente una comida cuando son equilibrados. Aquí os propongo unos ejemplos tanto para niños (podrían ser su merienda o un postre), como para adultos (entrante, postre o comida completa). No es bueno hacer los zumos con demasiados ingredientes, aunque sean compatibles entre sí. La mezcla de texturas y sabores puede no ser satisfactoria y cuantos más ingredientes diferentes tenga, más se dificultará su asimilación.
¡Espero que os gusten tanto como a mí y mi familia!
Zumos verdes para niños
Por mi propia experiencia, los niños tienden a preferir los zumos de frutas por su sabor dulce. Es una manera de hacerles consumir frutas y verduras sin que se den cuenta. La cantidad para que no noten el sabor de las verduras es mitad fruta y mitad verdura.
También es importante que no puedan ver lo que están bebiendo, porque solamente el color verde del zumo hace desistir o protestar a muchos. Acompañarlos a una tienda y buscar el vaso más bonito con “cañita” que hayan visto jamás. De esta forma, será concebido como algo especial y esperarán en momento de la merienda o el postre para poder usarlo. Si los niños están acostumbrados al sabor dulce de los alimentos procesados, al principio, sería una buena opción añadir una cucharada de sirope de agave o frutas desecadas (dátiles, higos secos, orejones, …) al batido.
El favorito del peque
- 100 gr. Piña
- 100 gr. Fresas
- 200 gr. Apio
- 250 ml. Agua filtrada
Limpiar el apio quitándole las hebras sobrantes. Añadir todos los ingredientes a la batidora y accionar a máxima potencia hasta formar un batido sin grumos. Las cantidades son aproximadas, simplemente se trata de combinar mitad frutas, mitad verduras, para que el sabor del apio sea inexistente y agua de calidad al gusto. El procedimiento es siempre el mismo.
Noches de verano
- 200 gr. Tomates
- 200 gr. Manzanas
- Agua filtrada de calidad al gusto.
Refrescante de piscina
- 20 gr. Menta fresca en hojas. Retirar el tallo.
- Zumo de limón
- Sirope de agave o fruta desecada
- Agua filtrada de calidad al gusto.
Otoño sin constipados
- 100 gr. Uvas (moradas facilitan la evacuación y blancas son astringentes).
- 100 gr. Plátanos.
- 50 gr. Espinacas.
- Agua filtrada de calidad al gusto.
El dulce caer de las hojas
- 1 Palosanto
- Col rizada o col kale
- Agua filtrada de calidad al gusto.
Invierno anaranjado
Las frutas por excelencia del invierno son las naranjas y las mandarinas. Por su valor nutricional, son muy recomendables y se suelen consumir en zumo para poder consumir mayor cantidad. El problema que presentan estos zumos, son los azúcares, así que será preferible pelar muy poco las naranjas (dejando algo de piel blanca) y hacer un licuado en vez de un zumo. Nunca se debe consumir frío de la nevera, porque podría molestar al hígado de nuestras dulces criaturas. Es mejor sacar las frutas de la nevera unas horas antes de consumirlas.
- 1 Naranja grande o 2 medianas.
- Arbolitos de brócoli.
- Agua filtrada de calidad al gusto.
Frío endulzado
- 1 Pera grande o 2 medianas
- Las hojas más verdes son las más recomendables ya que contienen más clorofila. Es excelente antes de ir a dormir cuando están nerviosos gracias a su contenido en ácido fólico. Deberemos retirar las partes blancas centrales e incluir sólo la hoja, para evitar hinchazón abdominal y flatulencia.
- Agua filtrada de calidad al gusto.
Violeta de primavera
- 100 gr. Ciruelas.
- 50 gr. Espinacas.
- Agua filtrada de calidad al gusto
Zumocoque
- Medio calabacín
- Albaricoques
- Agua filtrada de calidad al gusto
Zumos verdes para adultos
Aunque nosotros estemos bien informados de lo que vamos a ingerir, no está de más cuidar las formas, porque señoras y señores, también comemos con la vista. Personalmente tengo una copa tipo balón, preciosa y enorme. Creo que es para Gin tonic, pero no estoy segura (lo mío nunca fue el alcohol).
Para el adulto, aunque no hemos de desestimar las frutas, es más conveniente ingerir mayor cantidad de verduras y hortalizas que frutas.
Os propongo algunos ejemplos de recetas que son agradables al paladar, pero recordar, no hay más reglas que la de la combinación de alimentos (sea adecuada para digerir). Imaginación al poder.
¡Buenos días!
Esta receta es un desayuno completo. En mi familia madrugamos muchísimo y comenzamos el día con mucha actividad. Llena muchísimo ¡Os aseguro que hasta la hora del almuerzo no me apetece comer nada!
- 2 Tomates maduros
- 100 gr. Espinacas, perejil o albahaca.
- Medio aguacate
- 100 ml. Agua de mar
- 300 ml Agua filtrada de calidad
- En ocasiones sustituyo el aguacate por lecitina de soja granulada. Por su alto contenido en colina, vitamina E y fosfolípidos es un gran aliado para las personas con colesterol alto y problemas de circulación sanguínea. Personalmente la elijo por su sabor y porque aporta la cantidad de grasa saludable que necesita mi cuerpo, pero no está de más saber que protege mi salud contra estas enfermedades.
Desayuno para temporadas frías
- Zumo de medio limón natural recién exprimido.
- 2 Tomates maduros
- 50 gr. Espinacas
- 1 pizca de tomillo
- ¼ cebolla morada
- 100 ml. Agua de mar
- 300 ml Agua filtrada de calidad
Primer plato a base de zumo de verduras
- 20 gr. Almendras crudas. Es un alimento neutro y por ese motivo podremos combinarlo con cualquier otro alimento.
- 1 Manzana por persona. Es otro alimento estrella porque también es neutro.
- 1 calabacín cada 2 personas.
- 1 cebolla por persona.
- 2 tomates secados al sol por persona.
- 1 cucharada de levadura de cerveza por persona.
- Agua filtrada de calidad al gusto.
- Una pizca de sal del Himalaya.
Licuar todos los alimentos excepto las almendras. Una vez que tengamos el sabor y la consistencia deseada, añadir las almendras y batir 5 segundos a máxima potencia.
Cena deliciosa
Más que un batido, os propongo una sopa… El procedimiento es el mismo, pero claro, parece que cuando llegamos a casa y estamos acabando el día, nos apetece sentarnos y relajarnos, disfrutar delante de un plato humeante en épocas de frío o bien fresquito cuando hace calor.
Este plato se puede cocinar o se puede ingerir crudo. Todo dependerá de la época del año o de nuestras preferencias, porque habrá personas que cocines las verduras y después las dejen enfriar antes de consumirlas. Es una comida completa, ya que contiene proteínas de las setas y frutos secos, grasas saludables y gran cantidad de antioxidantes.
Las cantidades expresadas son para cuatro personas:
- 8 tomates secados al sol remojados previamente (se introducen en agua mínimo 2-3 horas o 1 hora en agua templada).
- 100 gr de setas shiitake o champiñones portobello.
- Media cebolla dulce.
- 4 zanahorias medianas.
- 40 gr de semillas de calabaza sin salar.
- 25 ml de salsa de soja sin azúcar.
- Aceite de oliva virgen extra primera prensada en frío.
- Una pizca de tomillo.
- Una pizca de sal del Himalaya o 100 ml de agua de mar.
- Agua filtrada de calidad hasta encontrar la textura deseada.
Triturar todo excepto el aceite de oliva y las semillas de calabaza. Cocinar a fuego lento en olla antiadherente o enfriar en la nevera (dependiendo si se desea ingerir crudo o cocinado).
Una vez que se ha servido en los platos, añadir un chorro de aceite de oliva (primera prensada en frío) y las pipas de calabaza.
¡¡¡Bon apetit!!!
Imágenes
Imagen y PDF cuadro de combinaciones de alimentos para batidos verdes – bajo licencia (CC BY-NC 4.0)
Libres de derechos – Pixabay