Bebés con alergia a la leche
Un bebé que llora mucho o devuelve grandes cantidades después de cada comida debe ser examinado por el pediatra. Es posible que el niño esté presentando alguna alergia a las proteínas de la leche. Esto puede ocasionarle dolor de estómago, inquietud, vómito y diarrea. Entre los 4 y los 6 meses de edad es posible que el niño presente una irritación cutánea de color rojizo que produce escozor y da lugar a costras o escamas. Tal vez se trate de una sensibilidad especial a la proteína de la leche. Se debe de consultar con el médico tan pronto como sea posible para ver la posibilidad de cambiar la fórmula y utilizar algún sustituto de la misma.
Las proteínas son las responsables de la alergenicidad de la leche:
- Caseinas: Son el 80% de las proteínas de la leche entera (Bos d8, Betacaseina y Kappacaseina).
- Sobreproteínas: Las proteínas del suero son un 2% del total de la leche entera (betalactoglobulina, alfalactoalbumina, seroalbumina, inmunoglobulinas bovinas, lactoferrina, transferrina y lipasa).
La leche de fórmula se fabrica a partir de la leche de vaca, pero realizando modificaciones para acercarse lo máximo posible a la composición de la leche materna. Se añade suero láctico para que la relación séricas/caseina pase de 20/80 de la leche de vaca a 40/60 que tienen las fórmulas adaptadas.
El inconveniente es el aumento que sufren en betalactoglobulina, esta es una proteína totalmente extraña para la especie humana ya que no existe en la leche materna. Por ello es una proteína muy alergénica que se introduce en la alimentación del lactante en el momento en que se están estableciendo los mecanismos de tolerancia inmunológica.