¿Quieres preparar una bechamel sin lácteos, o sin gluten? Es más fácil de lo que te imaginas.
La frontera entre “chica” y “señora” es difusa y no la queremos cruzar. Hay algunos signos que delatan dónde está:- Cuando un jovenzuelo guapetón te dice: “Por favor, ¿TIENE hora?
- Cuando los futbolistas dejan de parecerte hombretones y son chavales.
- Cuando los guardias civiles dejan de imponer con su bigote porque los ves como muchachos.
- Cuando el médico de cabecera, la oculista, el director del colegio, la alergóloga de tu hijo… son menores que tú.
- Cuando no sabes apagar la Nintendo de tu hijo si no es desenchufando directamente.
- Cuando te parece que las superheroinas visten demasiado ceñidas. (¿y también las camareras? jolín. Pero lo de Superman no te parece mal…)
- Cuando tu hija/sobrina/vecinita… te corrige la pronunciación en inglés.
- Cuando tu hijo lanza una piedra mucho más lejos que tú.
- Cuando no eres capaz de tararear ni un solo éxito de Enrique Iglesias.
- Cuando la bechamel te sale sin grumos.
- 30 gr de una grasa: Aceite de oliva si no puedes tomar mantequilla.
- 30 gr de harina: Maizena si hay celiaquía. Y si puedes tomarla, harina de trigo corriente.
- ½ litro de líquido: leche vegetal o caldo de pollo. Si puedes, pues leche.
- Sal al gusto.
- Especias opcionales: Pimienta y/o nuez moscada.
- En una sartén antiadherente calienta la grasa.
- Sobre ella echa la harina y fríela directamente.
- Si es harina de maiz no es necesario que la frias, mejor que la disuelvas en el líquido frío.
- Vierte el líquido sobre la harina frita (o el líquido con la harina de maiz disuelta) en la sartén.
- Remueve constantemente porque irá espesando.
- Agrega la sal y las especias.
- Sigue removiendo hasta que esté lo espeso que tú desees.
Estas cantidades de harina y líquido son para consistencia media. Si la quieres más líquida, añade más caldo o leche vegetal. Si la quieres más espesa, añade más harina, o deja que hierva más tiempo.
Es muy corriente ponerle cebolla sofrita a la bechamel. Le da un sabor muy rico. Para ello, debes trocear la cebolla en pedacitos muy muy pequeños y rehogarla en el paso 1 de la receta. Luego, sin sacarla de la sartén continúa agregando harina, leche, etc. 3.4.3177