Una vez subsanado el asunto de la pintura roja, reparé los pequeños desperfectos de las mesas con masa de carpintero y comencé a pintar. Tras una hora de secado aproximadamente y con lija fina en mano comencé a lijar cada mesa, una vez hecho esto limpié bien lo lijado y volví a pintar una segunda mano.
Una vez que las mesas estaban bien secas utilicé la lámina stencil en cada mesa, medí y centré bien la lámina. En este caso se utiliza un pincel especial para stencil para comenzar a pintar la plantilla en otro color, blanco en este caso, poco a poco y con pequeños toques como sí fuera un tampón. Por último dejé secar 30 minutos y retiré la lámina con mucho cuidado.
En el último paso podéis utilizar cera blanca para terminar el mueble o dejarlo tal y como está. Ya sabéis que la cera tiene la función de proteger el mueble.
¡Espero que os gusten tanto como a mí!