Bellas muñecas…¿sin alma?

Por Mbbp

Cuerpos voluptuosos o bien insanamente delgados rayando la anorexia, rostros angulosos y de facciones duras o excesivamente sonrientes, como las top models, miradas penetrantes y seductoras… muñecas teenagers de alma escondida y dolida. Así son las dollies de nuestra época, muchachas lánguidas, tristes y, sin embargo, seductoras y seducidas por la forma y el atrevimiento con cierto riesgo…

Detrás de esos cuerpos voluptuosos, prisioneros de la dieta light e insana, provocativos y diseñados, detrás de miles de páginas en Facebook en que se utilizan como reclamo publicitario (de siempre dispuestos hombretones seductores, seducidos por la belleza ajena), detrás de miles de rostros bellos, fashion e impenetrables hay personas de carne y hueso, que malviven en un mundo donde solo existen las formas… estilizadas, cool, maquillando la verdad de su esencia escondida, donde muchas mujeres codiciadas esconden sus penas…

Esas mismas mujeres envidiadas y camufladas tras el maquillaje de fantasía y ropas caras de marca, que no logran manifestar todo lo que en realidad son y sienten…porque nadie se acerca a ellas buscando su mágica esencia humana! Muchas son seres desdichados por dentro, mientras muestran su mejor semblante, por fuera. A ese mundo que compra solo elegancia, belleza efímera y buenas caras, olvidando la realidad, tal vez demasiado llena de miserias…solo humanas!

Reconozco que me gustan -con pasión, como todo lo que hago hoy en mi vida- las mujeres bellas… y mirar en sus ojos la belleza escondida de su esencia. No hay belleza más grande y permanente que la felicidad interna, aunque sea tras un bello rostro. Me entusiasma ver como emerge la ilusión día a día, tras unos lábios tal vez de color púrpura o rojo y brillantes!! Me gusta descubrir todo aquello que ellas esconden tras una mirada de plástico para protegerse de la frivolidad de su mundo artificial y solo aparente…

Alguien que sabe más que yo me dijo que yo poseía un especial talento para llegar al Alma de las personas, incluso antes de que ellas lleguen por sí mismas… Y, quizás esa cualidad no es siempre cómoda, pues ves más allá de tus ojos, donde los demás solo ven caras y cuerpos, formas y palabras vacías. Y, debo reconocerlo, tras todo eso yo suelo ver tristeza o incomprensión, camufladas de simpatía, ingenuidad juvenil o de belleza impuesta por unos cánones estéticos e inhumanos, donde muchas veces solo hay soledad dolorosa. Y cuando descubres luz interior -esa que todos tenemos, si la dejamos emerger- y la compartes con alguien así, te crees poseedor de esa llave que abre la Conciencia y despierta el Alma, hasta entonces prudentemente escondida…

Al fin y al cabo, tras el semblante de cada persona hay una esencia mitad humana y mitad divina. Disfrazada, camuflada, prisionera de un cuerpo quizás bello y codiciado, que esconde todo aquello que a todos nos hace iguales, a la vez que singulares y universales, con nuestras luces y nuestras sombras. Pueden las sombras ser estilizadas o orondas, bellas o deformes, al fin siempre son sombras que esconden la luz que todos llevamos dentro. Esa luz que te hace especial, con belleza interna y eterna, atractivo, irrepetible… como todos en este mundo de locos que enseña solo lo bueno de cada cual y, en cambio, esconde lo mejor de cada uno!