El aceite de argán, también llamado oro del desierto, proviene del extracto de las semillas del árbol de argán, original de Marruecos. Este tipo de aceite contiene minerales, ácidos grasos y vitamina E (antioxidante) por lo que es ideal para mantener la elasticidad de la piel. Además contiene fitoesteroles que ayudan a tratar el acné y reducir las cicatrices.
Sus beneficios no se limitan sólo a la piel, sino que su uso puede ser comestible, ya que su elevado porcentaje en esteroles (concretamente el escotenol y el espinasterol), actúa como un antiinflamatorio natural, con lo que puede paliar los dolores causados por el reumatismo y la artritis.