Beneficios y características de los lentes de contactos
Los lentes de contacto son dispositivos que van aplicados sobre la córnea, consistiendo en una alternativa no sólo estética sino también técnica para lograr una mejor visión.
Sus primeras versiones estaban hechas de un polímero duro, que con el tiempo fue evolucionando hasta los flexibles y descartables que se encuentran hoy en el mercado. Los nuevos lentes descartables permiten dormir con ellos y usarlos en forma continuada durante una semana. Estos presentan la opción de uso continuado durante siete días, o el uso durante un mes retirándolos de noche, para luego desecharlos.
A mitad de camino entre unos y otros se encuentran los lentes blandos, más confortables que los duros, pero que requieren de más cuidados. También los lentes de contactos duros han ido evolucionando hasta lograrse nuevas versiones. Salvo los descartables, que pueden ser usados de continuo durante varios días, los demás deben ser higienizados con productos especiales.
Existe, además, el uso terapéutico para aquellas personas que presentan problemas en su córnea y, para las cuales, el lente de contacto resulta una especie de apósito protector. Se pueden usar lentes untados en el medicamento específico para que el ojo reciba la terapia de manera permanente y directa.
Los lentes de contacto de última generación son llamados respirables. Son de silicona y permiten altos niveles de oxigenación de la córnea, haciendo que los ojos permanezcan más sanos. Se pueden usar durante tiempos más prolongados sin sentir molestias como sequedad o enrojecimiento.
La contactología permite resolver problemas visuales gracias al gran avance de estos dispositivos. Son ideales para corregir miopías, hipermetropías y astigmatismos.
En muchos sentidos los lentes de contacto ofrecen una mejor visión que las tradicionales gafas. El campo visual es más amplio y las imágenes que llegan a la retina son más grandes y precisas. Esto se debe a que se eliminan las aberraciones visuales, es decir, los errores que causa la distancia entre el ojo y el cristal aéreo. Al estar pegado al ojo, el lente de contacto elimina todo tipo de distorsión.