La afirmación es válida para todos los momentos de la vida: algunos se los toman con mayor tranquilidad, otros parecen ir siempre sin frenos...
Es algo que podemos ver ya desde el momento del nacimiento: frente a los que nacen a toda prisa, desparramándose en un potente y prolongado berrinche; están aquello otros que se lo toman con una parsimonia tal, que parecería que aún no se dieran cuenta de que ya han nacido.
Es lo que tienen las técnicas de relajación para bebés, como la "Baby Bath Spa", que practican en alguna clínica francesa y que consiste en proporcionarles masajes dentro del agua, desde el nacimiento y al menos durante sus primeros dos meses de vida, mientras sigan teniendo "memoria del útero".
El vídeo llama también nuestra atención por la actitud de sus protagonistas: dos hermanos gemelos que no pueden dejar de abrazarse.