En aquel entonces, la Taberna de los Mundos decidió dedicar un espacio público a la fotografía, para dar la posibilidad a los fotógrafos locales de poder mostrar sus trabajos; me acuerdo todavía la espera de los encuentros con los cuales se inauguraba la exposición mensual. Tuve la oportunidad de exponer dos veces allí, en el 1996 con el trabajo “Presencias” y en el 2001 con “Islas Nómadas”. Allí conocí a Juan Armentia, actual organizador de Bilbo Argazki, una cita fotográfica otoñal que este año cumple 10 años de vida y a la cual merece la pena participar activamente.
Hace dos años ocurrió una verdadera revolución en Bilbao (fotográficamente hablando); la abertura de la escuela CFC Bilbao, gracias a la iniciativa de Ricky D’Avila, Ernesto Valverde y el apoyo del Ayuntamiento de Bilbao. La escuela ofrece cursos, talleres y, a partir de este año, masters; gestiona una sala de exposición; organiza “Los Viernes del CFC”, unos encuentros siempre muy concurridos con importantes autores. Alrededor de esta escuela se ha además consolidado un grupo de gente muy creativa, inquieta e innovadora.
En este entorno muy dinámico, Vicky Duro Picasa y Jerez Imagen han regalado a Bilbao otra bellísima e interesantísima iniciativa que hubo lugar los días 5-6-7 de Junio: Bilbao PhotoExperience. En tres intensos y riquísimos días, los organizadores han sabido traer “gurús” como Chema Madoz u Ouka Leele y un abanico de otros ponentes que han cubierto muchísimas dimensiones de la fotografía actual: fotografía social, microstock, blanco y negro, fotografía gastronómica, documental, de viaje, de naturaleza, arte creativo, post-producción, marketing para fotógrafos.
Un aspecto muy interesante del certamen ha sido que, además de las charlas fotográficas, había unos stands comerciales en los cuales se podían tocar y probar diferentes productos del ámbito fotográfico, entre los cuales me gustaría destacar:
- Estudios Durero que presentaba un innovador proceso de impresión por sublimación, llamado ChromaluxeArt que permite obtener unas estampas sobre placas de aluminio, con unos volúmenes increíbles, que dan a las imágenes un aspecto tridimensional
- Fuji: con su serie de cámaras que son pequeñas joyas de gran calidad: XT-1, XT-10; tuve además la gran suerte de ganar el premio de la extracción que Fuji organizó en el certamen: me tocó una coqueta y completísima cámara Fujifilm XQ2 que llevaré siempre en el bolsillo.
- Sony, con su cámaras full frame que ofrecen una calidad de imagen excepcional
- Lytro: presentó una cámara cuyo sensor es tecnológicamente revolucionario porque permite hacer fotos sin diafragma: la imagen que se obtiene, contiene embebidos todos los diafragmas posibles; en fase de post-producción, usando el software Lytro, se podrá fijar lo que mejor convenga al fotografo. Es además posible via software, transformar fácilmente una imagen a 3D (imagen estereoscópica). Difícil de entender si no se ve y cuando se ve, uno piensa que es pura magia.
Alguna pincelada sobre las charlas que más me han impactado.
En la imagen de abajo me tenéis, arropado por los organizadores del evento que espero tenga larga vida y se transforme en una cita imperdible para todos los amantes de la fotografía de Bilbao y alrededores.
Ahora, lo único que falta en el “universo fotográfico” bilbaíno es la integración de las diferentes iniciativas, evitando (a ser posible) de caer en el infantil síndrome de “yo soy lo mejor, el resto me copian o no están a la altura”. Echo de menos este espíritu integrador, colaborativo, cómplice…sería lo mejor para Bilbao y para todos las partes involucradas: “Bilbao capital permanente de la fotografía”…a un verdadero Bilbaíno debería gustarle esta posibilidad…¡¿no?! Pero sin espíritu colaborativo, esto NUNCA se alcanzará!