Es obvio que vivimos en un tiempo en el que la Fotografía como medio artístico y profesional se ha desvirtuado por muchas razones, por eso creo que es justo que revisemos la historia de esta profesión y rindamos culto a quien lo merece.
Antes de los miles de blogs de street-style y de la pululante ocupación de Coolhunter, hay un hombre que creó esta forma de documentar la vida de la ciudad; Bill Cunningham comenzó a fotografiar personas en la calle durante la Segunda Guerra Mundial y desde entonces sigue capturando a los personajes mas interesantes que rondan por la Gran Manzana.
Creo que todos podemos notar que Bill no posee la técnica mas depurada, y él es el primero en aceptarlo: "el problema es que no soy buen fotógrafo, siendo completamente honesto, soy muy tímido; no soy lo suficientemente agresivo, sólo amo ver a mujeres maravillosamente vestidas". Aunque sus imágenes en si, no son un ejemplo de perfección, la parte mágica de su trabajo sucede cuando toda una serie de fotos forman un conjunto maravillosamente coherente y la parte mas importante: muestra una tendencia, algo totalmente nuevo en su época.
En la actualidad tenemos el concepto de Tendencia muy familiarizado, pero sin el trabajo de Cunningham esto no sería una realidad. Mediante su sección en el New York Times llamada "On The Street", Bill documentó toda una evolución en la Moda de la ciudad mas cosmopolita del mundo.
Otra de las virtudes que admiro de él, aparte de su sencillez, es su estilo tan apartado de lo socialmente aceptado en la Moda; solitario, habitante de un pequeño apartamento, solo ha necesitado una cámara y una bicicleta durante sus mas de 50 años de carrera. Esto nos demuestra que en la Moda no hay que ser necesariamente una Anna Piaggi o un Karl Lagerfeld para poder figurar, lo importante es ser fiel a nuestras aspiraciones y sobretodo, tener talento.
Si bien el trabajo de Cunningham no refleja del todo a la Sociedad, si muestra en su totalidad la revolución de la Industria y documenta la forma de vida a la que se aspira en el siglo XXI.