Bill Viola. El video como recurso creativo

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

"He acabado dándome cuenta que el lugar más importante en que cobra vida mi obra no es en una galería de un museo, ni en una sala de proyección, ni en un televisor, ni tan siquiera en la pantalla de vídeo, sino en la mente del espectador que la ha visto. De hecho, sólo puede existir aquí".

"Toco temas que son universales, y puesto que no utilizo ningún idioma -no hay diálogos ni texto-, mis obras son accesibles a personas de diferentes culturas". Bill Viola "Resulta perceptible que la naturaleza que habla a la cámara no es la misma que habla al ojo"

Walter Benjamin. Discursos interrumpidos I

"Si el vídeo es un medio objetivo, un puro registro de la realidad, Bill Viola ha conseguido hacer el traspaso de la objetividad a subjetividad, y ha convertido el medio en un espacio para sus sueños y sus miedos, ha establecido un diálogo con el vídeo como instrumento para el autoconocimiento con una finalidad terapéutica o curativa".

Pilar Parcerisas. Avui. 28 de abril 2005

Es la primera vez que el artista multidisciplinar y pionero del videoarte Bill Viola (Nueva York. 1951) realiza una exposición individual en Catalunya.

Circunstancia ésta verdaderamente insólita, ya que anteriormente había mostrado sus trabajos en diversas localidades del Estado, caso del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid (1992), Museo Guggenheim, Bilbao (2004), Fundación La Caixa, Madrid (2005), Centro de Arte Contemporáneo, Málaga (2008), Puertas de Castilla, Murcia (2013) y Cuenca (2018). Pero lo más curioso es que en el año 2009 se le concedió el XXI Premio Internacional Catalunya, que le fue entregado en el Salón de Sant Jordi del Palau de la Generalitat. En su discurso hizo referencia a Barcelona como una de las primeras ciudades en interesarse por la videocreación, aludiendo a artistas como Antoni Muntadas, Francesc Torres y Antoni Mercader.

Ahora, por fin, el público catalán puede contemplar la retrospectiva Espejos de lo invisible, a través de cuarenta obras repartidas entre la Fundació Catalunya La Pedrera de Barcelona -unas veinte obras-, y el resto en diferentes instituciones culturales catalanas: Palau de la Música Catalana y Gran Teatro del Liceo, Barcelona; Bòlit Centre d'Art, Girona, Museo de Montserrat, Museo Episcopal,Vic y PLANTA de la Fundació Sorigué, Balaguer (Lleida). Los comisarios de la muestra son la fotógrafa Kira Perov, esposa del artista y directora ejecutiva del Bill Viola Studio, y LLucià Homs, consultor cultural, comisario de exposiciones y art advisor. La mayoría de las obras que se exhiben han sido prestadas por el Bill Viola Studio. Después de La Pedrera se podrá ver en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid.

Bill Viola es videoartista, compositor, director de cine y de fotografía y guionista, pero su principal aportación al mundo del arte proviene de su inmersión en el terreno del vídeo, recibiendo la influencia de artistas como Bruce Nauman, Vito Acconci, Nam June Paik, Joseph Beuys y Wolf Vostell, entre otros. Se formó en la Universidad estadounidense de Syracuse donde estudió Bellas Artes, especializándose en pintura y música electrónica. Más tarde trabajó como técnico de vídeo en el Museo de Arte de Everson, Syracuse. En 1995 fue nombrado doctor honoris causa en bellas artes por la Universidad de Syracuse. Fue artista residente en WNET Thirteen Television Laboratory, Nueva York, y en el Memorial Medical Center, Long Beach. Como docente fue profesor de prácticas en vídeo avanzado en el California Institute of the Arts de Valencia (Santa Clarita, California) y en el Getty Reasearch Institute, Los Ángeles. Ha realizado numerosas grabaciones de arte y performances tradicionales en diversos lugares, como por ejemplo en las Islas Salomón, Java, Bali, desierto de Túnez o Japón, país en el que vivió durante año y medio en 1980, donde profundizó en el estudio del budismo zen, que junto con el sufismo islámico y el misticismo cristiano serán sus fuentes de inspiración espirituales.

Aparte del Premio Nacional de Catalunya, ha recibido otros premios y distinciones, entre ellos el Premio de la Fundación Mac Arthur al genio creativo (1989), Premio de arte multimedia de Karlsruhe (1993) y el Premium imperiale, otorgado por la Asociación de Arte de Japón (2011). Es miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias y de la Royal Academy of Arts. En 1995 representó a Estados Unidos en la Bienal de Venecia. En el año 2004 realizó un video de cuatro horas de duración para la producción de Peter Sellars de la ópera Tristan e Isolda, que se representó en diversas ciudades de Estados Unidos, Canadá y Japón.

Desde sus inicios, el artista neoyorquino se interesó por la tecnología audiovisual, principalmente para mostrar la naturaleza del ser humano a través de los sentimientos, emociones y estados de ánimo. La mayoría de sus obras giran en torno a diversos aspectos que afectan a nuestra existencia, como son el nacimiento, la muerte, el dolor, la redención y el paso del tiempo, o lo que es lo mismo trata temas íntimos que suelen preocupar a la mayoría de la gente, procurando que el público reflexione sobre ellos.

En sus vídeos sobresale la idea de movimiento. Un movimiento muy lento, creando una especie de bucle. La influencia oriental se hace evidente en su actitud contemplativa y pausada. Hay que tener en cuenta que en los años setenta el videoarte aún era una disciplina poco conocida, y gracias a él y a otros artistas coetáneos el público ha podido apreciar de cerca esta disciplina, que aúna diversas técnicas de reproducción. De hecho, a través de sus obras " nos interpela directamente para captar lo intangible, lo invisible, lo que no se ve ". En las cuatro décadas que lleva ejerciendo como videoartista, ha ido incorporando a sus trabajos cada nuevo progreso tecnológico que ha surgido, para así poder desarrollar mejor sus creaciones.

La exposición recorre una parte importante de su trayectoria, con obras que van desde sus inicios, como es Re flecting pool (1977-1979) a Martyrs (Earth, Air, Fire, Water), que fue un encargo que le solicitó la catedral de Saint Paul de Londres, donde se exhibe de forma permanente desde 2014. Precisamente la pieza que abre la exposición es La piscina reflectante cuyo intérprete es el mismo artista, que surge de pronto de un bosque y permanece absorto delante de la piscina, luego se lanza al agua, pero la imagen queda congelada durante unos segundos. Mientras tanto, sólo se ve el movimiento del agua y el reflejo que se produce de la escena. Luego vuelve a aparecer él caminando por el borde de la piscina. En esta obra Teresa Sesé ya observa que el artista busca "los límites de la percepción y la relación del hombre con el mundo que le rodea". De hecho, desde sus primeras obras ya le interesa este tipo de temática.

En 1992 realiza la instalación de video Cielo y tierra, donde aparecen dos monitores de televisión que proyectan imágenes en blanco y negro. En uno de ellos se ve a una anciana agonizando y en el otro a un recién nacido. De hecho, está haciendo referencia al fallecimiento de su madre y al nacimiento de su hijo, nacido nueve meses más tarde. Otra vez surge la idea de la muerte y del nacimiento. Del mismo año son Los durmientes, en que se ven siete bidones llenos de agua en cuyo interior hay siete monitores que muestran imágenes de gente durmiendo, aunque de vez en cuando se mueven o cambian de postura, como si estuvieran soñando, aunque ninguno de ellos llega a despertarse.

La obra El quinteto de los atónitos (2000) la representan cuatro actores y una actriz - algunos de ellos aparecen en otros videos-, formando un grupo en el que están todos juntos, a pesar de que expresan el dolor de manera diferente. Posteriormente cada uno de ellos va separándose del grupo hasta constituir uno de nuevo. Esta obra está inspirada en dos cuadros: Cristo coronado de espinas de El Bosco y La adoración de los Magos de . La habitación de Catalina (2001) muestra diversas escenas de una mujer durante el transcurso del día, desde que se levanta hasta que se acuesta. La instalación la componen cinco pantallas, cada una de las cuales corresponde a un momento diferente del día. Al fondo de la habitación asoma una ventana donde se perciben las ramas de un árbol que, a su vez, indica la época del año de cada escena.

En Estudio de aparición (2002) se ven diversas escenas, entre las cuales la de Cristo desnudo con el cuerpo blanquecino saliendo de una tumba a modo de bañera de mármol, mientras a ambos lados hay dos plañideras. Posteriormente es tumbado en el suelo como si fuera un cadáver y tapado por un sudario que, como señala Edward Lucie-Smith, "la obra ofrece un giro nuevo y pesimista del relato cristiano de la Resurrección". Está basada en el fresco Cristo In Pietà de .

En Abluciones (2005) muestra dos pantallas de plasma verticales en las que un chorro de agua brota a cámara lenta. Después la pantalla se oscurece y surge una mujer por la izquierda y un hombre por la derecha, mientras se lavan las manos debajo del chorro de agua. Este video hace referencia al deseo purificador que existe en la mayoría de las ceremonias. Para Viola "presenta el tema de la purificación, el acto universal de la preparación de la persona al sacrificio y a la muerte simbólica necesarios para alcanzar la transformación y el renacimiento". El tema del agua vuelve a surgir en Tres mujeres (2008), que forma parte de la serie Transfigurations y se trata de "un conjunto de obras que reflexionan sobre el paso del y el proceso de transformación íntima de la persona". Es un ambiente húmedo debido al agua que cae encima de tres mujeres que se van moviendo lentamente, mientras se observan mutuamente. La claridad y la oscuridad, o lo que es lo mismo la vida y la muerte, se entremezclan. Las dos hijas acompañan a su madre en su transitar hacia lo desconocido hasta que desaparecen en la penumbra.

Respecto a algunas de las obras que se ven en otros espacios merece la pena destacar El Tránsito (1991), que se proyecta junto con otros videos en el Palau de la Música. Se trata de un homenaje a su madre, cuya muerte le impacto profundamente. A través de "una sucesión de imágenes nocturnas y escenas debajo del agua en blanco y negro que muestran un mundo crepuscular que bordea los límites de la percepción y la consciencia humana". En el espacio de Planta, de la Fundación Sorigué, hay la instalación Océano sin costa (2007), que anteriormente se había presentado en la Bienal de Venecia del mismo año. El título de la obra procede del maestro sufí Ibn Arabi (siglo XIV), que escribió más de un centenar de obras místicas, y que advertía que "el yo verdadero es un océano sin costa, no hay un inicio ni un final en este mundo". A través de tres videos se ven las imágenes de una sucesión de personas que individualmente se aproximan a la cámara y que vienen también de la oscuridad, atravesando una barrera invisible de agua y de luz. Luego regresan de donde han venido. Esta secuencia se repite continuamente.

En paralelo a la exposición se han desarrollado diversas actividades, entre ellas un ciclo de conferencias a cargo de Kira Perov, del director y productor cinematográfico Albert Serra, así como un recital poético-musical del compositor e investigador de músicas antiguas Jordi Savall y del poeta, filólogo y profesor de hebreo y arameo Manuel Forcano; una mesa redonda en la que han intervenido el filósofo y escritor Rafael Argullol, la crítica de arte y profesora Imma Prieto y Llucià Homs. En otros lugares se han celebrado proyecciones y conciertos musicales.