Los celíacos viven un auténtico calvario cada vez que tienen que salir a comer fuera, o cuando tienen que leerse las etiquetas de todos los productos cuando van a hacer la compra al supermercado. Su intolerancia al gluten les obliga a ser muy cuidadosos, pues transgredir su dieta puede ocasionarles serios problemas intestinales. Sin embargo, los científicos trabajan en nuevas formas de mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
Es el caso de los investigadores del Instituto BioCruces, a la última en la investigación de esta enfermedad digestiva. En concreto, los miembros del laboratorio que trabajan en el equipo liderado por el catedrático Juan Carlos Vitoria y José Ramón Bilbao investigan nuevos tratamientos para reducir los efectos del gluten en los celíacos.
De hecho, en BioCruces han logrado identificar varios genes alterados que participan en la intolerancia de estos pacientes al gluten, e investigan cómo abordarlos para hacer a los pacientes más llevadera su enfermedad. “Trabajamos en dos líneas de investigación: por un lado, en entender cómo los genes alterados participan en la celíaca para reducir su intolerancia al gluten; y por otro, en intentar reducir los efectos tóxicos en el organismo cuando un paciente trasgrede su dieta sin gluten”, señala José Ramón Bilbao, responsable del laboratorio de Inmunogenética de este Instituto de investigación.
Una vez identificados los genes que están alterados, el trabajo ahora consiste en ver cuál es la reacción que tienen y por qué causan esos síntomas. “Estamos estudiando su comportamiento para ver dónde o cómo podemos incidir en ellos, para mejorar al paciente; o al menos, que pueda pasarse un día, por ejemplo en una boda, sin que eso tenga mayores consecuencias”, apunta Bilbao.
Precisamente, sobre estos temas habló el pasado viernes en una conferencia celebrada en el Hospital de Cruces Izortze Santín, investigadora de la Universidad de Bruselas que se formó en el centro vizcaíno y realizó su tesis doctoral bajo la tutela de José Ramón Bilbao. “Siempre se habla de los títulos y las notas en la carrera, pero hay que tener en cuenta la importancia que la formación tiene en el campo de la investigación; y la que se da en Cruces es muy buena, y a la vista están los resultados”, indica Bilbao.
Una muestra más de la calidad de la formación que se imparte en BioCruces es el caso de otra investigadora instruida en el instituto vizcaíno, Ainara Castellanos, que, recién finalizada la tesis doctoral, se marcha a trabajar en la prestigiosa Universidad de Columbia, en Estados Unidos.