Así que podemos aprovechar esos sabores para cambiar el sabor de nuestros postres, en este caso el de un bizcocho. Yo he utilizado para esta receta un té verde con jazmín, increiblemente rico. Pero podeís usar el que más os guste.
200 ml. leche evaporada50 gr. azúcar moreno3 sobres de té verde con jazmín3 huevos1 cucharada de azúcar invertido100 ml. de miel 250 gr. harina con levadura
Calentamos a fuego lento, la leche evaporada con el azúcar moreno y los sobres de té. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego, tapamos y dejamos enfriar. Cuando haya enfriado colamos con un colador, y echamos la crema en la panificadora. Añadimos la miel, el azúcar invertido y los tres huevos. Encendemos la panificadora en el programa número 10, pastel, peso 750 gr, tostado medio. La máquina comenzará a mezclar los ingredientes, cuando se haya mezclado todos durante unos 3 minutos, añadimos la harina. Dejamos que la máquina haga el resto del trabajo. El programa durará unas dos hora y media, entre amasado y horneado.
Podeís servirlo con canela en polvo, mantequilla o un buen chorrito de miel.
" El té aviva nuestra imaginación. Reprime los vapores que invaden la cabeza y mantiene sereno el palacio del alma", Edmund Waller. Hay muchas formas de relajarse en esta vida, pero yo creo, que el ritual de preparar y tomarse una taza de té caliente es algo que se hace tan lentamente que serena a cualquiera.