A veces es
necesario y gratificante alejarse un poco del moderno cine fantástico y de
terror para poder echar la vista hacia atrás, sumergiéndose en esas pequeñas
pero entrañables películas de poco más de setenta minutos, que supusieron para
muchos de nosotros el inicio de la fascinación por estos géneros. Black Friday
(1940), conocida en nuestro país como Viernes 13, fue dirigida por Arthur Lubin
sobre un guión de Eric Taylor y un gran Curt Siodmak (en su segunda
aproximación al cine fantástico hasta ese momento); el film es básicamente un
ligero y moderno acercamiento al mito de Dr. Jekyill y Mr. Hyde integrado dentro
de una trama que aúna varios de los resortes argumentales más utilizados en el
cine americano: gangsters, venganza y científico desbordado por la ciencia que
hace y deshace en aras de la misma. Una pequeña sinopsis nos ahorrará
extendernos más en el tema: El profesor George Kingsley (Stanley Ridges) es
atropellado por el coche de Red Cannon, un gánster que está huyendo de sus
socios. En la ambulancia que conduce hacia el hospital a los dos hombres, el
Doctor Sovac (Boris Karloff), amigo íntimo de Kingsleycon graves problemas económicos para
continuar sus investigaciones dentro de su especialidad: la cirugía cerebral,
descubre que el gánster tiene escondido medio millón de dólares. Cuando el
profesor muere a causa de las heridas, Sovac le trasplanta parte del cerebro de
Cannon con el objetivo, por una parte, de resucitarle y por otra de intentar
encontrar el dinero escondido. A partir de ese momento el renacido profesor da
alarmantes signos de dualidad en su personalidad.
Black Friday es
un brillante ejercicio cinematográfico que, a pesar de su reducido presupuesto
($125.000), funciona como un engranaje perfectamente engrasado, donde se
mezclan sabiamenteperfectas dosis de
acción, cine negro y pequeñas pinceladas de fantástico en estado puro. No es
ajena la producción a cierta rigidez en los personajes principales, quizás
demasiado esquemáticos, pero en contraposición a este problema tenemos un film
ágil, con un ritmo alto y un director que en este caso brilla con luz propia,
hilvanando en sus escasos setenta minutos una perfecta muestra del mal llamado
cine menor o serie B, que sin embargo vistas con el lujo de la distancia y el
tiempo, nos han ofrecido momentos memorables y películas que han sobrevivido
más y mejor que algunas de sus hermanas mayores.
Cabe destacar
que este film reunió por quinta vez en su carrera a dos de las más icónicas
figuras del cine fantástico de esos años: Boris Karloff y Bela Lugosi. Karloff
cumple sobradamente con su papel, recreando a un soberbio Dr. Sovac y
recorriendo con ajustada sobriedad los múltiples registros que este actor
poseía. Lugosi está mucho más eclipsado por un papel casi anecdótico que a
duras penas le ofrece un par de escenas donde lucirse. Pero es justo reconocer
que las dos estrellas se ven eclipsadas por la actuación de Stanley Ridges, su
doble papel como profesor y gánster es magistral, llevando sobre sus espaldas
gran parte del metraje y ofreciendo los momentos más álgidos del mismo, pues su
trasmutación de amable profesor a gánster con brotes psicóticos es simplemente
memorable. Es de recibo señalar la presencia de Ann Gwynne, actriz que
intervendría en films tan conocidos como The Black Cat (1941) o House of
Frankenstein (1944).
El film explora
superficialmente la moral humana, representada casi exclusivamente en el papel
de Karloff, esa dualidad entre prestar ayuda a su amigo y la ambición por
conseguir el dinero sobre cualquier otra consideración, éste es el eje de la
película y el sencillo mensaje que pretende transmitir: la humanidad del alma
corrompida por el afán material; no hay más reflexiones morales, la película
finaliza como tiene que finalizar, destruyendo dos vidas y creando una empatía
difícil de catalogar en el aficionado. Es esta empatía y sencillez en sus
premisas básicas lo que convierte a Black Friday en una pequeña joya, a la cual
el paso del tiempo no ha erosionado mucho, y que consigue ser perfectamente
degustable en estos locos y complejos tiempos que estamos viviendo. Fascinante,
simple y efectiva, quizás las palabras que mejor definan esta producción.
Totalmente recomendable.
Saludos
amigos/as de El Terror Tiene Forma.
Ficha Técnica
Año: 1940 / Director: Arthur
Lubin / Productor: Burt Kelly / Guión: Curt Siodmak, Eric Taylor, Edmund L. Hartmann / Fotografía: Elwood Bredell / Música: Hans J. Salter, Frank Skinner
/ Dirección Artística: Jack
Otterson / Maquillaje: Jack P.
Pierce / FX: John P. Fulton / País: USA / Duración: 70m. / Formato: 35mm/ Proporción:
1.37: 1 / B/N / Presupuesto:
$125.750
Ficha
Artística
Boris Karloff, Bela Lugosi,
Stanley Ridges, Anne Gwynne, Anne Nagel, Edmund MacDonald, Virginia Brissac,
Paul Fix, Murray Alper, Jack Mulhall, Joe King, John Kelly, Robert Morgan.