Todos pasamos por malos momentos. Puede ser una enfermedad, una pérdida personal, un momento de “bajón” emocional o, incluso, un período de mucho trabajo y estrés. Para un blogger esto suele llevar aparejada una caída de la creatividad y productividad, y aquí empieza el problema.
Pierdes el ritmo y sientes que te estás fallando o que le estás fallando a la audiencia. Por lo que te esfuerzas en mantener el ritmo que te has impuesto. Al principio, si has hecho bien las cosas, cuentas con unos cuantos artículos en reserva, pero cuando ves que desaparecen y no son reemplazados la ansiedad puede subir y el problema se acrecienta.
Si alguna vez te encuentras así recuerda las palabras de Einstein: “locura es pretender obtener resultados diferentes haciendo siempre las mismas cosas”. Si te has bloqueado haciendo lo que estás haciendo quizá es tiempo de probar cosas nuevas.
Ajusta tu ritmo
Lo primero que tienes que pensar es que lo importante es que aportes contenidos de valor para tu marca y tu comunidad y no tanto la frecuencia con la que lo haces. Si no puedes seguir el ritmo tómate un respiro y afloja la presión.
Me gusta el ciclismo (aunque mis rodillas son de otra opinión) y me gusta ver la estrategia de las carreras, sobre todo de las de etapas. Cuando en un puerto atacan al líder puede que la primera reacción sea saltar detrás, pero si responde a todos los ataques es probable que no pueda responder al último ataque.
Por ello, el líder inteligente mantiene un ritmo lo suficientemente alto como para fatigar a sus adversarios pero lo suficientemente bajo como para poder mantenerlo, y si tiene que responder a un ataque selecciona los que hacen sus rivales directos y se desentiende de los demás.
Así que si estás pasando un período “cuesta arriba” ajusta tu ritmo para poder dar lo mejor de ti.
Cambia el enfoque
Hay veces en que nos empeñamos en cruzar la pared por un punto en el que no hay puerta y nos damos cabezazos contra el muro. Si somos tremendamente fuertes y persistentes puede que acabemos derribando la pared, pero esto no suele ser sano para nuestra cabeza ni para las paredes.
Por ello, si estas en uno de esos momentos y los esfuerzos no dan resultados, quizá sea momento de usar un enfoque lateral a la hora de resolver la situación. Quizá ya has alcanzado los objetivos que te pusiste al crear el blog y tengas que plantearte nuevos objetivo o quizá sea conveniente darle un nuevo enfoque a los contenidos.
En cualquier caso, no te obsesiones y ábrete a nuevas posibilidades.
Date tiempo
La tercera sugerencia es que te des tiempo. Si tienes que suspender las publicaciones no pasa nada. Recuerda el primer punto, lo importante es la calidad de las mismas.
Así que dedica un tiempo a cambiar de actividad, a leer, a estar con la familia o amigos, etc., y oblígate a tomar distancia de tu actividad. Si te viene alguna idea la anotas (no es cuestión de desaprovecharlas) y te olvidas de ello.
Cuando notes que el ritmo de nuevas ideas empieza a incrementarse y que el estrés y la ansiedad dejan sitio a la emoción o, por lo menos, a la tranquilidad, entonces sabrás que ha llegado el momento de volver.
Pero antes de volver a publicar recupera tu “stock” de material y cuando lo tengas listo y hayas vuelto a coger el ritmo da el banderazo de salida y comienza a publicar nuevamente. Sentirás mucha menos presión y tu comunidad sentirá que has vuelto con nuevas fuerzas.
Así que si en algún momento de encuentras en una situación de crisis de creatividad no abandones, sólo mantén la calma, respira y cuenta hasta diez, siempre hay una solución.
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