En la calle de Fernando VI nº 21 de Madrid, desde la pasada primavera, se ofrece una versión de bocadillos acompañados, fundamentalmente, de champán, aunque tiene otros vinos de calidad para acompañar el maravilloso manjar. La calidad del jamón (creo que tienen de las cuatro mejores denominaciones de nuestro país), es una de las razones de su éxito, siempre muy acompañados de clientes con cierto aire cool, aunque también cuenta con todo tipo de clientela.
El título del local, lo dice todo: buen jamón ibérico, buen champán y, por supuesto, buen pan.
Además la oferta se completa con salmorejo, tortilla, gazpacho, y poco más.
Los bocadillos todos de jamón ibérico, evidentemente, tienen nombre, están bautizados, así:
Enrique (Chapata y paleta ibérica)Telmo (Pan de cristal,queso, pimientos del piquillo y cebolla)Txema (Pan de horno de leña, con pimientos verdes a la brasa)
Antoñito (Pan de chapatas extrafinas y láminas de queso viejo manchego)Páez (Mollete, tomate triturado y aceite)
Hay que destacar el que llaman Perrito español, eso sí, estos son de butifarra.
La oferta de champán, a un precio razonable, es el segundo elemento que conforma la propuesta.
Como muestra del cuidado con el que preparan los bocadillos y demás productos, sirve el ejemplo del mollete, pan que fundamenta el bocadillo andaluz bautizado como Páez, viene de Cádiz, lo elabora la Panadería Nuestra Sra de la Paz de ESPERA, en la calle Duque de la Torre, 29, también tienen sucursales en Cádiz y San Fernando.
En la panadería de Espera señalan que han enviado ya varios pedidos a la firma madrileña. Destacan que no es la primera vez que sus molletes llegan hasta Madrid, pero están muy contentos por la calidad de la oferta de este establecimiento. La panadería produce molletes, diferentes tipos de pan y también varias especialidades de picos. Estos los venden tanto en su obrador, situado en la calle Duque de la Torre número 29 de Espera o en las panaderías de la ciudad. Asimismo tienen despachos en la calle Medina Sidonia de Cádiz y en la calle San Rafael de San Fernando.
La firma se fundó en 1975 por parte de seis panaderos de la localidad que decidieron fabricar todos juntos en un mismo obrador. Ahora son los familiares de estos panaderos, ya todos jubilados, lo que llevan la firma que se caracteriza por la calidad de sus molletes.