Si haces estas berenjenas, te aseguro que cada vez que hagas croquetas, vas a dejar la mitad de la masa reservada para volver a hacerlas. ¡Están de muerte!! Si las croquetas de por sí, son mi perdición, imagínate rodeadas de una berenjena fina, que quede crujiente por fuera y blandita por dentro... ainsss que ya estoy salivando otra vez...
Para freír, por supuesto te aconsejo aceite de oliva virgen extra, a ser posible picual o cornicabra. ¿Por qué? Por que son las variedades que más aguantan la fritura sin degradarse. Por cierto, ¿sabías que el aceite de oliva virgen extra se absorbe menos por los alimentos durante este proceso? Hace que se forme una película alrededor que impide que penetre en exceso, lo que no ocurre con el resto de aceites vegetales, (por muy "alto oleicos" que sean).
Durante la feria AOVESOL, en Benalmádena, el cheff Alberto Moya, nos explicó que hicieron la prueba, friendo unos buñuelos en aove y otros en aceite de semillas alto oleico. Una vez fritos y escurridos, los pesaron, y los cocinados en aceite alto oleico pesaban considerablemente más que los realizados en aove.
Y esto no es todo. En otra ocasión te tengo que contar lo que estoy descubriendo en cuanto a la salud.
Por lo pronto, vamos con estos ricos bocaditos, que se me hace la boca agua sólo de ver las fotos y recordar lo ricos que estaban.
Ingredientes:
- 2 berenjenas
- masa de croquetas
- harina, huevo y pan rallado para rebozar
- Aceite de Oliva Virgen Extra para freír (aove)
Preparación:
1.- Cortas la berenjena en rodajas de 1/2 centímetro de grosor y las dejas con sal gorda en un escurridor, para que suelten el amargor, durante una media hora.
2.- Las lavas bien y pones una cucharada generosa de masa de croqueta encima de una de las rodajas.
3.- Tapas con otra rodaja, como si fuera un bocadito. El grosor del relleno debe ser como mínimo como el de las rodajas de berenjena.
4.- Ahora sólo queda que las pases por harina, huevo y pan rallado.
5.- Las fríes en aove y escurres antes de servir. ¡QUE APROVECHE!!