¿Quien de los aquí presentes, tras prometerse no ha deseado gritar a los cuatro vientos la buena nueva? Contarle hasta a las piedras, lo feliz que se siente por haber tomado una decisión que cambiará para siempre su vida.
Aunque nos entren las prisas y las ganas de empezar con los preparativos y meterse en la vorágine de los mismos, una de las primeras cosas de las que podemos disfrutar es del anuncio en sí mismo, o save the date.
Una original forma de contar a todos aquellos a los que en su día invitaremos, que nos vamos a casar y que vayan reservando con tiempo de sobra la fecha elegida. Los detalles sobre el día de la boda vendrán después, en la invitación formal.
En el save the date podemos volvernos un poco locos y hacer cosas realmente originales. Ya os hablamos en su día del save the date rariofónico en otro de nuestros post, pero hoy nos vamos a centrar en las mil y una posibilidades que nos ofrece el invierno para realizar una preciosa sesión fotográfica con la que anunciar nuestro compromiso.
Un romántico paseo y un café pintoresco….
Aprovechando que quitamos las luces del árbol….
La nieve nos ofrece un decorado extraordinario en sí misma.
Si tenemos un mejor amigo de cuatro patas…¿por qué no hacerle partícipe?
El campo o la ciudad, rincones con encanto, vuestros lugares favoritos…cualquier sitio es bueno si os ayuda a mostrar vuestro amor y transmitir las ganas que tenéis de celebrar vuestra boda…¡y de que la persona que lo recibe comparte con vosotros ese día especial!
¿Os ayudamos a elegir ese lugar especial y ese fotógrafo que plasme mágicamente el momento?
Fotos vía Popsugar, Buzzfeed, Wedding party, Rustic folk weddings y Pinterest.