La semana pasada iba en manga corta con 28 ó 29 grados y, aunque sigue haciendo buen tiempo ya se nota que a primera hora y en cuanto baja el sol, el fresquete se apodera de nosotros y no nos sobra una chaquetita, ¿verdad? Con el cambio de hora parece que también ha cambiado el tiempo, así a la vez que se pone el sol bajan las temperaturas en picado, ¡el otoñó ya está aquí! Queríamos que llegara, aunque os confieso que un día como el de ayer, que pudimos bajar a Sitges a dar un paseíto y rondaban los 23 grados me encanta.
Todas las estaciones tienen su encanto, ¿no creéis? El otoño tiene sus días buenos donde el sol da su calorcito, la lluvia que apetece de vez en cuando y más si puedes quedarte en casita... poder empezar a poner la chimenea, rescatar del armario las chaquetas tan monas que tenemos... esos paisajes llenos de hojas secas ideales para cualquier sesión fotográfica... si juntamos todo lo bueno de nuestra nueva estación que acaba de llegar y lo mezclamos bien, nos da de resultado una boda en otoño que pueda ser una auténtica maravilla.
Caquis, calabazas, peras, manzanas, hojas secas, troncos... una mezcla especial, rústica y muy acogedora que envuelve la escena más romántica dentro de esta época del año. Los colores amarronados, burdeos, granatosos y doraditos crean un ambiente precioso en una mesa de dulces para realizar unas imágenes preboda que queden para el recuerdo, ¿qué os parece?
¿Os animáis con un preboda rústico y otoñal?
Vía Wedding Chicks.