Hace más de doce años que practico habitualmente Body Combat, como mínimo una vez por semana (sí, además de mis carreritas, yoga y boxeo entre otras cosas). Suele ser de las actividades dirigidas en las que hay más afluencia masculina, pero poco a poco las mujeres se van imponiendo en las clases habituales. (Y me alegra poder afirmarlo, ya que no entiendo esa reticencia a los deportes de contacto. Aunque en este caso, NO LO ES. No vayamos a crear más confusiones).
Englobado dentro del sistema de entrenamiento de Les Mills™, Body Combat utiliza una combinación de ejercicios con artes marciales como Kick Boxing, Karate, Kung Fu, Tai-Chi, Full Contact, Twaekondo, etc, que se sincronizan con la música y generan un ambiente cargado de energía, i deal para liberar tensiones y descargar adrenalina.
Brazos, hombros, espalda, piernas y abdominales son algunos de grupos musculares que se trabajan en cada uno de los tracks (o canciones) durante una sesión. (Estas últimas coreografías "machacan positivamente" piernas y hombros).
Las coreografías se mantienen durante tres meses, para así poder familiarizarse con la música, mejorar la técnica y la ejecución de los movimientos al ritmo de las canciones.
Durante una sesión de Body Combat se pueden llegar a quemar hasta 700 calorías, pero eso no es todo. Los beneficios de una sesión de Body Combat son:
Ayuda a mantener el peso y la forma física.
Mejora la resistencia muscular y la destreza física.
Ayuda a mejorar la postura corporal.
Contribuye a reducir la ansiedad y el estrés.
Los martes suele ser mi día Body Combat. ¿Y vosotros? ¿Habéis practicado alguna sesión de Body Combat? ¿Os animáis a ello? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!
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