Bolso "Cose y Charla".

Por Unas Gotas De Rocío
Ninguna somos del lugar donde vivimos, algunas nos llevamos 10 años de edad, no coincidimos en profesión o formación, tampoco compartimos horario en nuestras rutinas diarias, pero siempre buscamos un hueco para coser y charlar. Porque nos une la pasión por la costura, por comprar telas o unir retales de otras en desuso para así darles nueva vida, aprender técnicas nuevas y perfeccionar las que juntas investigamos. Y nos cohesiona la conversación, la escucha y el poder liberador de la palabra hablada. 
Somos cuatro amigas que en enero de este año decidimos hacernos un bolso para transportar las herramientas de costura cada vez que nos reunimos para coser y charlar. Cada una va a su ritmo, dos lo hemos terminado, otra va a medias y la última ni lo ha empezado. Porque no nos gustan las prisas ni los imperativos, nos gusta disfrutar con las telas y no los agobios. 
Pero aun así, reconozco que he terminado cansaita del bolso. Quedaría divinamente si os dijera que he disfrutado con cada puntada, pero en esta ocasión mentiría. Comencé ilusionada, avancé sin prisas y lo terminé aburrida, pero lo terminé. 
Me he arriesgado en la ejecución, buscando detalles con los que modificar mis costumbres y todo os lo explico en las fotos.

Usando retales de otros trabajos, corté cuadrados de 10 x 10 y los uní con la técnica Rag Quilt. He escogido tonos marrones, rojos, verdes y beige. Me apetecía un bolso rústico.

Ambas caras son semejantes. Pero el lateral (y la base) lleva tela de saco bordada con punto de cruz.

Usar este tejido ha sido el primer riesgo que asumí. Aunque perdiera el apresto original y se arrugara, preferí mojar la tela de saco previamente y secarla al sol. Es una tela que encoge mucho y así evitaba futuros problemas en los lavados. Un riesgo añadido era que con la secadora sufriera demasiado y se rasgara por algún lado. Como de hecho ocurrió, pero fue poca cosa y con unas puntaditas quedó solucionado.

Sol directo para secar totalmente la tela de saco.

Una vez terminado el bordadito, le aportó un toque diferente que me gusta.


Otro detalle con el que también he arriesgado es el de la realización del Rag Quilt. He prescindido de la cruz que acolcha cada cuadrado. En sustitución cosí un pequeño botoncito en el centro de cada cuadrado y además la guata la corté de 9 x 9 cm. para que la costura de unión la pillara un poquito. Hace un par de años hice una colcha con esta técnica y fui más obediente: acolché con un aspa cada cuadrado y la guata la corté 2 cm. menos que la tela para que no la pillara la costura. La puedes ver pinchando aquí.

Cortando la guata 1 cm. menos que la tela, las costuras quedan así.

Estos botoncitos pequeños son perfectos para el acabado que le quería dar al bolso.


En cuanto a los adornos que tanto nos gustan y enriquecen cada trabajo, he incluido un precioso botón de madera, un tirador para la cremallera, así como un cuadrado bordado sobre lino con el nombre del bolso y la gota de mi firma.



El interior del bolso lleva grandes bolsillos clasificados en compartimentos para poder guardar objetos de distintos tamaños. Elegí la tela de saco adornada con una cinta métrica y una tela de cuadros que le compré a Lucía (L'atelier de Lucía).


Con los bolsillos en uso, el espacio libre que queda es muy amplio y caben muchas cosas más.

Si os fijáis, las costuras van ribeteadas en su interior con un bies marrón chocolate. Normalmente los bolsos realizados con esta técnica, aprovechan el efecto deshilachado para esta costura también, pero a mí me apetecía hacerlo diferente. Además, esa costura lleva también el margen de los bolsillos con su respectiva entretela, así como la tela de saco que se desgraciaría con ese deshilachado.
Aunque hace meses que lo acabé, aún no he estrenado el bolso, de momento espera en el perchero de mi cuarto de costura. Ya se me ha pasado el mal rato que pasé para unir tantas capas de telas y una vez superadas las dificultades del parto, estoy encantada con mi bolso "Cose y Charla".

Muchas gracias por vuestra compañía.