Boltanski: Départ-Arrivée

Por Civale3000

La exposición que el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) dedica a Christian Boltanski (París, 1944) reúne 7 grandes instalaciones realizadas por el artista francés desde 1989 hasta la actualidad.

“Cuanta más edad tenemos, mayor es la impresión de caminar sobre un campo de minas. Los amigos saltan por los aires a nuestro alrededor y mañana, quizá, sea nuestro turno”. Esta frase de Boltanski remite con claridad los grandes temas que transitan por sus obras e instalaciones y que marcan toda su trayectoria artística. La memoria, la pérdida y la muerte son conceptos principales, casi obsesiones, en su obra. Así como sus reversos en el olvido, la desmemoria, el azar y el rastro apenas inexistente que deja cualquier vida tras desaparecer. Aquello que en otras etapas de su trayectoria evocaba la desaparición de la infancia, el deceso de sus padres o la muerte colectiva, se centra ahora en su propio fin.

Cuando vemos una obra de Christian Boltanski no podemos evitar “reaccionar”, pues la experiencia común de la pérdida de un familiar o de una persona querida genera un hueco en nuestras vidas que en ocasiones es sustituido atropelladamente y de forma incompleta al encontramos, por ejemplo, una vieja foto que estaba totalmente olvidada. Ese valor de las imágenes impregna el trabajo artístico de este autor, convirtiéndose en un motor que hace emerger sensaciones ocultas o semi-olvidadas. En este sentido, el artista francés ha expresado de varias maneras su interés por la memoria individualizada, los pequeños ejemplos que provocan una reacción en lo colectivo: “Me interesan las pequeñas historias de los individuos que no son célebres” y, en otra ocasión: “Debemos hablar de manera suficientemente general para que cada uno pueda reencontrar algo de su propio pasado, de su propia cultura, de sus propios deseos”.