Bombones de chocolate rellenos de cereza

Publicado el 19 febrero 2016 por Planeta Cereza


Dicen los detractores del Día de San Valentín que no se necesita un día concreto en el año para celebrar el amor ni para demostrárselo a otra persona. No estoy ni de acuerdo ni en desacuerdo con esto, ni a favor ni en contra, pero no les falta parte de razón, no se necesita un día concreto al año, se necesitan 365 días por lo menos para demostrarlo, si es que quieres demostrarlo (que suerte que este año incluso tenemos un día más !!). Se puede celebrar el amor o se puede no celebrar, se puede celebrar el amor como se puede celebrar la vida, la paz , la alegría, un cumpleaños, un nacimiento, la victoria de un partido político, una absolución, las fiestas de nuestro pueblo, un campeonato de fútbol o el año nuevo chino. Celebrar es festejar y cada cual festeja a su modo. También se puede odiar y rechazar esta celebración (hay quienes ya se están para ello organizando !!) Todo cabe. San Valentín es una celebración a nivel mundial, aunque digan que en España la culpa de que estos días esté todo lleno de corazones rojos fuese de los almacenes Galerías Preciados, que impusieron el 14 de febrero como una fecha comercial, como una moda consumista. Hay incluso quienes distinguen entre el día del amor y el día de los enamorados, y estos demuestran sus sentimientos a sus parejas de distintas formas: unos saldrán a una cena romántica, otros se compraran una colonia o una televisión y otros se darán un beso y se desearán felicidad. Allá cada cual !! Mucho más importante que demostrarlo, como hace la mayoría con un "presente", es, sin duda para mí, sentirlo. Los bombones... ya me los hago yo !!

Amor, love, liebe, amore... es una palabra tan bonita !! En un artículo de esos que se publican con ocasión de esta festividad de San Valentín, un artículo sobre lo que es el amor para los niños, leí que Billy, un pequeño de cuatro años, decía algo muy grande: “Cuando alguien te ama, la forma en la que dice tu nombre es diferente. Sabes que tu nombre está a salvo en su boca”. Ufff, conozco a personas de cuarenta que no serían capaces de decir algo ni tan largo ni tan rotundo. Tuve un profesor de yoga, hace unos años, que afirmaba en ocasiones que el amor no era un sentimiento, como mucha gente cree. Como las clases solo eran de yoga, no daban cabida a debates sobre lo que realmente es para cada uno de nosotros el amor. Nunca pudimos hablar, ni a solas ni en grupo, y me hubiera encantado la verdad, sobre el amor en particular, el amor romántico, el platónico, sobre la pasión, sobre el amor pleno, el amor incondicional... sobre la atracción, el deseo, la intimidad, el afecto, el apego, la confianza, el compromiso... tampoco pudimos concretar sobre si el amor es una actitud, un estado, una emoción, una fuerza, un valor, un principio, una capacidad o una necesidad, o si es lo que simplemente mueve al mundo como yo creo que es. Habría tanto por hablar !! Y es un concepto tan complejo en sí mismo !! Él cambió de escuela y yo perdí, no solo sus clases, sino el contacto con este profesor, el mejor que he tenido nunca, aunque aun conservo una dirección mail, y confío en que tarde o temprano, ojalá sea pronto, nuestros caminos se vuelvan a cruzar. Hablaremos del amor, o no, de yoga, del viaje, del presente; quizá me hable de alguna receta vegana, como hizo alguna vez, y yo probablemente le cuente cómo se hacen estos corazones de chocolate, chocolate por el que siento "amor verdadero" y que está siempre "a salvo en mi boca".
BOMBONES RELLENOS DE CEREZA.

Ingredientes:
- un molde de silicona con formas de corazones. Este que he usado yo es para hacer cubitos de hielo.
- una tableta de cobertura de chocolate (Nestlé postres o cualquier otra marca)
- un bote de cerezas en almíbar 
- licor casero de cerezas, kirsch, o cualquier otro licor
- una gota de colorante rosa si el licor es incoloro

No puede ser más sencilla esta receta. Realmente fácil, no requiere de ninguna habilidad.
1. Ponemos el chocolate partido en trozos en un bol y lo fundimos, o bien al baño María, o bien al microondas a intervalos cortos.
2. Rellenar la base de las cavidades del molde con el chocolate templado y pintar con el chocolate también las paredes. Si el chocolate está a la temperatura adecuada es más fácil de modelar, si está muy caliente escurrirá y si está frío estará duro y será más difícil. Yo me ayudo "estrujando" la silicona por el reverso y haciendo que el chocolate se expanda hacia todo el hueco. Reservar el chocolate sobrante.
3. Metemos unos minutos al congelador o a la nevera para que enfríe y endurezca.
4. Mientras tanto, preparamos una mezcla con el licor de cereza y el almíbar de las cerezas para rebajarlo un poco si está "fuertecillo", como el mío. Yo he usado este licor casero que preparé para hacer Tiramisú (ojo, si pinchas, corres el riesgo de dejar de hacer bombones y hacer solo Tiramisú de Cerezas).
5. Se saca el molde del refrigerador y se pone una cereza o guinda en cada hueco. Se añade un poquito de la mezcla del licor y el almíbar. Mi licor tiene color pero si se añade Kirsch, que es incoloro, se puede colorear con una gota de colorante de color rosa. Yo empleé un bote de "Cerezas en almíbar denso" de la marca Hero, que no es tan denso. Siempre se puede espesar un poco si se desea aunque lo hará un poco en el congelador. 
6. Meter otro rato el molde a la nevera para que espese. Hay que tener en cuenta el tamaño de las cavidades y de las cerezas para que no sobresalgan después por la base del bombón.
7. Si el chocolate restante se enfrió y endureció mucho, volver a templar. Ahora hay que rellenar lo que queda de cavidad para cubrir la cereza. Sacar el molde de nuevo y con ayuda de una cuchara o manga pastelera terminar de rellenar todos los corazones. Ayudarse de un alisador para que quede una base lisa del bombón.
8. Volver a enfriar y desmoldar con cuidado cuando estén bien duros.






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