Bosco Sodi (Mexico, 1970) muestra en Londres su último trabajo en el que reúne sus últimas esculturas de rocas volcánicas y pinturas de gran formato hechas con pigmentos puros, agua, pegamento y fibras naturales.
La relación de Sodi con los materiales naturales es constante en su obra, por su interés en ser fiel a la naturaleza por encima de todo, siguiendo los preceptos de una filosofía japonesa.
Tiene diferentes estudios de producción repartidos entre Mexico, Nueva York y Barcelona y dependiendo de dónde trabaje, los resultados varían, por la propia naturaleza de los elementos utilizados y los efectos que la humedad, la temperatura y la altitud tienen sobre ellos.
En esta exposición ha querido recrear la estética de un jardín japonés plagado de rocas volcánicas realizadas con magma de un volcán mexicano que ha recubierto con cerámica dorada, uniendo una formación geológica a un metal precioso, una antigüedad a un metal preciado.
Yugen, el título es un concepto japonés de varias capas que refleja tanto el interés de Sodi en el proceso como su deseo de revelar la belleza existente en el espacio, entre lo que se ve .
A su alrededor, una serie de pinturas tridimensionales con el sello inconfundible de Sodi, esta vez con un aspecto casi lunar y sin más concesiones al color que el reflejo de unos pigmentos metálicos utilizados. Las trabaja de forma horizontal, aplicando innumerables capas de pigmento y fibras para conseguir el efecto deseado y después, deja que después se sequen en el exterior para que con el sol se rompan y craquelen dando ese efecto final tan característico.
El efecto es impactante, por un momento olvidas estar en el centro de la ciudad para sumergirte en un nuevo paisaje tan abrupto en su forma como calmado por la perfecta disposición de cada obra.
Galería Blain Southern, Londres. Hasta el 12 de junio