Esta fuente ácida "dominante sobre los bosques boreales" se debe con gran probabilidad a la oxidación de los compuestos orgánicos procedentes principalmente de las coníferas, aunque "la identidad precisa de estos compuestos de corta duración de vida sigue siendo desconocida", precisó el CNRS en un comunicado.
Según los investigadores, la contribución del ácido fórmico en la formación de lluvias ácidas oscila entre el 60 % y el 80 % sobre la taiga durante el verano, mientras que en el mismo periodo es de entre 30 % y 50 % en Estados Unidos, indicó.
Esta nueva relación entre bosques y lluvias ácidas fue descubierta gracias a las observaciones obtenidas con el Interferómetro Atmosférico de Sondeo Infrarrojo (IASI), lanzado a bordo del satélite MetOp a finales de 2006, explicó el CNRS.
El IASI detectó "una importante fuente" de ácido fórmico, considerado como el principal responsable de la acidez de las lluvias en las regiones de bosques boreales y tropicales, añadió.
Resaltó, no obstante, que el ciclo atmosférico de este ácido, el más simple de los ácidos orgánicos, "está lejos de ser comprendido".
Puede ser emitido directamente en la atmósfera por las actividades humanas, los fuegos en los bosques y las hojas de las plantas, así como por la degradación fotoquímica de otros componentes orgánicos y por la vegetación, "la más importante pero también la más incierta de las fuentes de este compuesto", destacó.
El fenómeno fue detectado por un equipo francés del LATMOS/IPSL, que tutela junto con la Université Pierre et Marie Curie y la Université de Versailles Saint-Quentin, en colaboración con el Institut de aéronomie spatiale de Belgique y la Université libre de Bruxelles.
Las conclusiones fueron publicadas en la revista científica "Nature Geoscience" del 18 de diciembre, indicó el CNRS.
El IASI es un instrumento construido por la Agencia Espacial Francesa y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (Eumetsat).
El lanzamiento del MetOp-B está previsto para finales del próximo mes de mayo, precisó el CNRS.