"Hay algunos problemas, como siempre ocurre con una nueva normativa. Tenemos de vuelta las impopulares aletas de tiburón. Creo que tenemos que corregirlas", ha comentado el inglés en declaraciones a la aplicación del deporte.
"Parte del objetivo de las nuevas normas era que los coches fueran más emocionantes de ver. No queremos fastidiarlo con elementos periféricos".
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, coincide con Brawn. "Creo que los coches lucen fenomenal, lo único que les deja mal es la aleta de tiburón. Es un tema que tratamos en la reunión del Grupo de Estrategia del año pasado, para pedir a los equipos que las quitaran porque la ganancia de rendimiento que aportaban era bastante mínima".
"Se pidió que las quitaran por el interés de la estética. Eso llegó a la Comisión de la Fórmula 1 y por desgracia fue rechazado por la mayoría de equipos. Espero que el año que viene lo podamos solucionar. Es una lástima que estas aletas hayan vuelto por una laguna en la normativa".