Brazelton y la personalidad de los bebés

Por Pepaj @pepajcalero

Brazelton y el Recién Nacido

                                       Terry Brazelton. Considerado como el padre de la neonatología, este encantador pediatra nonagenario desarrolló en 1973 la escala de Evaluación del Comportamiento neonatal. Todo un descubrimiento y todo un hito en aquella época en la que se consideraban a los recién nacidos casi no personas, arcilla modelable sin identidad propia.

                                     Con su aspecto bondadoso y cercano, este hombre cuenta que decidió hacerse pediatra  en la infancia. “Decidí serlo a los ocho años; después de haber cuidado a mis primitos unos días y haber deseado con todas mis fuerzas meterme en sus cabecitas para entenderlos”

                           Con mucho entusiasmo y tesón obtuvo un instrumento que valora la calidad de respuesta del bebé a los estímulos, es decir, la respuesta social. Cuenta con patrones visuales, motores y auditivos, pudiéndose aplicar en estados de sueño y de vigilia. La escala es una prueba conductual y neurológica que mide la respuesta de los neonatos a su medio ambiente. Principalmente se utiliza en recién nacidos a término hasta el 2º mes de vida.

                  A lo largo de su larga vida, tras muchas “risitas”, demostró  que la personalidad de los pequeños influye poderosamente en los padres y viceversa.  Inclusive en su vida intrauterina los niños manifiestan el temperamento que mostraran después del nacimiento. De hecho cuando nacen ya tienen nueve meses en los cuales han ido conformando su pequeño carácter. Gracias a él y a su escala, los padres aprenden a interaccionar con sus hijos de acuerdo al carácter de cada uno, respondiendo  a sus demandas.

                       Evalúa cuatro dimensiones de la conducta: conducta motriz, control fisiológico o habilidad para calmarse, conducta reciproca o interactiva y respuesta al estrés.

                    Con esa mirada de terciopelo y arena, durante años el profesor Brazelton combinó la pediatría con la antropología cultural, estudiando a madres y bebes  mexicanos,  africanas y japonesas. Reveló que desde el  seno materno ya  se comportan como indios, africanos o japoneses.

        “Los embriones mexicanos eran plácidos y tranquilos, como sus madres, y en las islas Goto, junto a Japón, la embarazada estaba tan atendida por todos que su grado de relajación era máximo. El resultado es que cuando hacía allí mis pruebas a los recién nacidos ¡mantenían la atención 30 minutos! En cambio, los bebés de Tokio la mantenían 18 minutos, y los estadounidenses, 12.

   Las madres africanas en el embarazo educan su psicomotricidad –saltan, cantan y bailan– y después toda su cultura está enfocada a mejorarla: los zarandean; mueven; y hacen correr… Y caminan antes. Pura expresión corporal. Lo comprobé con los Gussi de Kenia.”

Su técnica de evaluación interactiva ha ayudado, y ayuda,  a miles de profesionales a descubrir las capacidades y componentes de la conducta de los bebés en los primeros meses de vida.

       Me quito el sombrero ante este señor de sonrisa clara y mirada entrañable. Un señor que  ha mostrado al mundo entero que es posible  dibujar un primer esbozo de los rasgos temperamentales de un recién nacido a través del  lenguaje no verbal. Gracias Doctor Brazelton. 

  •  http://www.uab.es/servlet/Satellite/videos/reproduccio-1193208676085.html?param1=10divulgacio&param2=30CienciesSalut&param4=pediatria&url_video=1185776552356
  •  http://www.educacion.udc.es/grupos/gipdae/documentos/congreso/Xcongreso/pdfs/t8/t8c271.pdf