Hacer esta receta no entraba entre mis planes. Al menos, entre mis planes más inmediatos. Pero no me quedó otro remedio.
Veréis, desde siempre hemos encargado el roscón de Reyes en la misma pastelería. Para mí, la que considero la mejor de Salamanca. Desde que era bien pequeña recuerdo coleccionar año tras año la figurita más bonita. Así que ¿por qué este año iba a ser diferente?, ¿por qué no volver a encargar el roscón en el mismo sitio en el que lo hemos hecho siempre? No había ningún motivo para cambiar. Es el roscón más esponjoso, sabroso y con las figuras más monas de la ciudad.
Sin embargo, este año no ha ido todo tan bien. Nada más retirarle el envoltorio nos encontramos con un roscón más bajito de lo normal y con una superficie con menos frutas, azúcar y almendras que en otras ocasiones. Esto ya era extraño. Pero la verdadera sorpresa nos la llevamos al cortarlo. Daba la impresión de que no hubiera esponjado. No estaba duro, pero tampoco estaba tan esponjoso como una nube -como lo habían estado todos los roscones que nos hemos comido a lo largo de los últimos años, que prácticamente no era necesario ni masticarlos. Se deshacían en la boca-. Pero ese día, 5 de diciembre, nos lo comimos. Como es lógico, no nos lo comimos todo y sobró para el Día de Reyes.Se me hacía la boca agua solo de pensar en el chocolate caliente con el que iba a acompañar mi porción de roscón. Pero fue imposible. Ya estaba como una piedra. Sólo era posible hincarle el diente mojándolo en leche, chocolate o en cualquier líquido que lo ablandase un poco.
Con todo esto os podréis imaginar el grado de dureza que alcanzó un día después. Con deciros que el trocito que quedó para el día 7 era lo más parecido al cartón piedra creo que queda claro su estado.
Con lo que tenía que pensar en una idea que solventara el mal sabor de boca con el que habíamos dado por terminadas las navidades. Me puse a buscar recetas de roscones -pero ya no teníamos cuerpo para ingerir más agua de azahar y menos aún para exponernos a que también saliera duro-, así que finalmente pensé en hacer un kringle stonia -que fue un éxito las navidades pasadas y está más sabroso que el clásico roscón-. Así, buscando en la revista Thermomix Magazine número 50 la receta del kringle stonia, me encontré con la de este jugosísimo brioche de fruta y crema pastelera.
Quienes leáis con asiduidad este blog sabréis que no me gusta nada la crema pastelera, y os extrañará que haga una receta con ella. Pero el sabor ¡no se nota! Se mezcla con la dulce masa de brioche y las frutas maceradas al ron aportando una jugosidad y una cremosidad geniales. Está millones de veces más bueno que cualquier brioche comprado (ni qué decir tiene que millones y millones y millones de veces mejor que el roscón-cartón-piedra). Y el toque del ron le va súper bien. Además, estaba tremendamente esponjoso.
Nos ha encantado. Tanto que no ha durado más que dos días. Ha sido el mejor broche final que podríamos poner a estas fiestas.
Y os aseguro, y aquí queda por escrito por si no me acuerdo, que el año que viene no encargaré en ninguna pastelería ningún roscón de Reyes y que en su lugar hornearé de nuevo este brioche. Muchísimo más rico, jugoso, esponjoso, hecho en casa y ¡¡súper fácil!!
Ahí queda dicho.
INGREDIENTES
-Para el relleno:
- 50g de pasas sin semillas
- 70g de frutas confitadas o desecadas (yo utilicé cerezas confitadas, piña desecada y papaya desecada)
- 3 cucharadas de ron
- 500g de leche entera
- 100g de azúcar
- 50g de fécula de maíz
- 3 huevos
- 150g de leche entera
- 50g de margarina a temperatura ambiente
- 3 yemas de huevo
- 20g de levadura prensada fresca
- 400g de harina de fuerza
- 50g de azúcar blanco
- 2 ó 3 cucharadas de almendra molida
- 1 huevo batido para pintar
- mermelada de melocotón o albaricoque para barnizar
- Antes de comenzar con la masa y la crema, preparamos las frutas. Para ello, en un bol ponemos a marinar las pasas y las frutas con el ron.
- Mientras maceran, vamos preparando la crema pastelera. Tan solo tenemos que añadir al vaso del Thermomix la leche, el azúcar, la fécula de maíz y los huevos y programar 7 minutos, 100ºC, velocidad 2. Retiramos a un bol y reservamos.
- A continuación, hacemos la masa de brioche. Vertemos en el vaso la leche y la mantequilla. Y calentamos durante 1 minuto, 37ºC, velocidad 2,5.
- Añadimos las yemas y la levadura desmenuzada y mezclamos 10 segundos, velocidad 2.
- Agregamos la harina y el azúcar y volvemos a mezclar 15 segundos, velocidad 6. Seguidamente, amasamos 2 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.
- Sacamos la masa del vaso y formamos una bola. Extendemos unos 200g de masa y forramos con ella la base de un molde desmontable de 23cm de diámetro (previamente engrasado con margarina). A continuación, sobre esta masa extendemos una capa de unos 3 milímetros de crema pastelera (unas 2-3 cucharadas).
- Con la ayuda de un rodillo extendemos el resto de masa hasta obtener un rectángulo de 25x20cm. Untamos su superficie con la crema pastelera restante, dejando libre un margen de 3cm. Espolvoreamos la crema con la almendra molida y esparcimos las frutas bien escurridas.
- Enrollamos la masa como su fuera un brazo de gitano de manera que le borde libre quede al final. Cortamos en 8-10 rodajas y las colocamos dentro del molde preparado, unas al lado de las otras dejando un pequeño espacio de separación para la subida.
- Dejamos reposar durante 2 horas (o hasta que la masa haya doblado su volumen y no queden huecos entre rodaja y rodaja).
- Cuando la masa haya doblado su volumen, pintamos su superficie con huevo batido y horneamos 40 minutos a 180ºC (horno precalentado).
- Cuando el brioche esté horneado, preparamos una jalea para barnizarlo. Para ello, mezclamos el ron de marinar las frutas con unas 2 cucharadas de mermelada de melocotón o albaricoque (yo le añadí más ron) y mezclamos. Cuando el brioche esté aún caliente, con la ayuda de un pincel barnizamos su superficie. Dejamos templar y desmoldamos.
¿Veis lo esponjoso que está?
Y una última cosa. Seguro que recordaréis los cupcakes de fresas y cava con los que despedí 2013 y dí la bienvenida al 2014. Pues bien, con esta foto de estos cupcakes participo en el concurso "Los Reyes de Vahiné".
Y ahora sí, me despido hasta la próxima receta. Un besazo muy fuerte y mil gracias por leerme!!¡Feliz semana!