La misma, como no podía ser de otra manera, se encuentra fabricada en los materiales que caracterizan a la marca: cuero natural y la aleación de metales bañada en plata que le dan ese aspecto militar tan genuino y particular.
Un toque original marcado, por ejemplo, por el broche 2005 de esta edición especial, con forma de cerradura que no sólo simboliza la ilusión con la que se abrieron las cerraduras de lo que es hoy el universo Uno de 50, sino que además abre las puertas a la presentación de esta nueva línea que no pasará desapercibida gracias a su originalidad, diseño, y calidad.
Según la firma, simboliza el año de la inauguración de una de sus primeras tiendas ubicada en el madrileño barrio de Salamanca y en la calle Fuencarral.