La bronquiolitis es una enfermedad respiratoria aguda causada por virus. Es muy frecuente en lactantes y se caracteriza por intensa dificultad para respirar ocasionada por la inflamación de los bronquiolos. Es más frecuente en los niños menores de 2 años y en invierno, aunque puede aparecer en cualquier época del año.
Se transmite a través de gotitas de saliva al estornudar, hablar, o con manos contaminadas por mucosidad.
Los síntomas iniciales suelen ser los propios de un resfriado, pero rápidamente aparece dificultad para respirar y tos, pudiendo acompañarse de pitos y fiebre. Los síntomas respiratorios pueden ocasionar dificultad para tomar alimentos e incluso vómitos.
Los signos de gravedad en la bronquiolitis u otra enfermedad respiratoria en niños son respiración muy rápida marcándose las costillas, color azulado de labios o dedos, vómitos frecuentes, el niño está adormecido o agitado.
Los síntomas y la exploración del pediatra en la consulta suele ser suficientes para el diagnóstico. En caso de sospecha de alguna complicación (neumonía) se solicita radiografía del pecho.
¿Cuál es el tratamiento?: si existe fiebre, se administra paracetamol o ibuprofeno (éste en mayores de 6 meses), o baño en agua templada. Para disminuir la irritación de los bronquios no sirven los jarabes mucolíticos ni los antitusivos; lo más útil es dar agua frecuentemente en pequeñas tomas y evitar ambientes irritantes (humo, sequedad del aire). Despejar la nariz mediante suero fisiológico y aspiración de la mucosidad. Los antibióticos solo se emplean en caso de infección por bacterias. Si hay dificultad respiratoria se administran dilatadores bronquiales y antiinflamatorios aplicados mediante cámara nebulizadora.
¿Cómo es la evolución?: la mayoría de los casos son leves y curan en unos 10 días, aunque algunos pitos y tos ocasional pueden durar 2 ó 3 semanas más. Si el estado general del niño se deteriora (ver signos de gravedad) debe acudir al Centro de Salud o al hospital.
¿Cómo se previene?: es muy importante el lavado de manos de los cuidadores antes y después de tocar al niño o a los objetos que éste maneje, así como evitar relacionarse con niños que estén resfriados (no llevar el niño a la guardería si hay constancia de que acuden niños resfriados).