Bruselas en 3 días de la mano de Rocío Monteagudo.

Publicado el 03 agosto 2018 por Patricia Patricia De La Calle Calle @noteaburras_es

Bruselas es la capital de Bélgica y, en cierta forma, también de Europa pues alberga las sedes de la Unión Europea y la OTAN.

Es una ciudad moderna con un toque clásico y cuyo pequeño tamaño la convierte en el destino perfecto para un fin de semana.

Supongamos, pues, que decidís pasar en ella 3 días, llegando un viernes por la tarde y volviendo el domingo también por la tarde.

Este es el itinerario que deberíais seguir para no perderos nada.

VIERNES

Podéis llegar a dos aeropuertos: el de Zaventem (a 15km de Bruselas) o el de Charleroi (a 55km). Los vuelos son bastante baratos y siempre hay ofertas de las low cost Vueling y Ryanair.

Una vez lleguéis a la ciudad, os recomiendo empezar vuestra visita por el centro neurálgico de la ciudad: la Grand Place (Grote Markt).

Esta plaza es una maravillosa joya arquitectónica que data del siglo XIV y que muchos llaman "la plaza más bella del mundo". Sus principales edificios son:

  • Levantado en el siglo XV, tiene una impresionante torre de 96m. En lo alto podemos ver una estatua de cinco metros que representa al arcángel San Miguel, patrón de Bruselas.
  • Maison du Roi. Antigua residencia de los monarcas españoles, hoy en día acoge el Museo de la Ciudad.
  • Maison des Ducs de Brabant. Estilo neoclásico y formada por seis casas gremiales.
  • Maison des Boulangers. Popularmente conocida como Le Roi d'Espagne, fue la sede del gremio de los panaderos.

En este último edificio está uno de los restaurantes más famosos de la ciudad, Le Roy d'Espagne. Podéis sentaros en su terraza y disfrutar de las vistas de la plaza mientras tomáis una deliciosa cerveza belga. Eso sí, suele estar bastante lleno porque es muy turístico.

Después debéis acercaros al Manneken Pis, indudable símbolo de Bruselas.

Este niño desnudo orinando en una fuente probablemente os sorprenderá por su pequeño tamaño; apenas 50cm. Lo más gracioso es que tiene un montón de trajes hechos (dicen que más de 900) y que le van cambiando de vez en cuando. Tiene equipaciones de fútbol, disfraz de vampiro o Papá Noel, traje de torero, de Elvis...

Muy próxima a la Grand Place, existe también una versión femenina mucho menos conocida, la Jeanneke Pis.

Como ya será la hora de cenar, os recomiendo que elijáis algún restaurante de la Rue des Bouchers y probéis el plato nacional: moules et frites. Consiste en una cacerola de mejillones en salsa que se acompaña de patatas fritas. Aunque los hay de diferentes variedades, el más rico es el que lleva apio y vino blanco.

SÁBADO

Acercaos al Parque de Bruselas para ver el Palacio Real. Es la sede de la monarquía belga, aunque los reyes viven en el Palacio de Laeken, a las afueras de la ciudad.

El Palacio Real sólo se puede visitar en verano (de julio a septiembre) así que vuestras fechas de viaje determinarán que podáis ver o no su interior.

Si salís del parque por la Rue des Colonies, llegaréis a la catedral de Bruselas.

Está dedicada a San Miguel y Santa Gúdula, y es de estilo gótico. Destacan sus vidrieras, un enorme órgano de 4000 tubos y un precioso púlpito barroco (siglo XVII) tallado en madera.

Tomando otra vez el Parque de Bruselas como referencia, hay varios museos que podéis visitar en los alrededores.

Un imprescindible es el Museo de Instrumentos Musicales, no sólo porque su carácter interactivo lo hace bastante entretenido, sino por el edificio que lo alberga.

Este se llama Old England y fue construido en 1899 para acoger unos grandes almacenes. Su arquitecto es Victor Horta, instaurador del Art Nouveau en la ciudad y autor de numerosos edificios por toda Bruselas.

Podéis aprovechar también para comer en su restaurante, que está en la décima planta y ofrece unas vistas panorámicas muy buenas.

En cuanto a los otros museos, tenéis el Museo Magritte, que no está mal pero sólo os recomiendo si sois muy fans del arte surrealista.

También los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, que son cuatro edificios con 20.000 pinturas, dibujos y esculturas. El más importante es el Museo de Arte Antiguo, que tiene obras desde el siglo XV hasta el XVIII.

Necesitaréis como un par de horas para visitar los Museos Reales, así que decidid si vale o no la pena en función de cómo vayáis de tiempo.

Dedicad la tarde del sábado a caminar por los barrios de Ixelles, Bailli, Châtelain, Brugmann y Saint Gilles. Veréis un montón de edificios modernistas muy bonitos y podréis aprovechar también para hacer algunas compras.

Además encontraréis muchos puestecitos con el dulce típico de Bélgica: el gofre. Tenéis que tomaros uno, ¡están buenísimos!

No os perdáis tampoco las Galerías Saint Hubert, construidas en 1847, que son unas magníficas galerías comerciales de 200 metros de largo, y están cubiertas por una enorme cúpula de cristal.

Albergan tiendas de lujo, chocolaterías de renombre, unos cines, un pequeño teatro, cafés, y varios restaurantes. Aunque no queráis gastaros mucho dinero, tenéis que visitarlas pues es una de las zonas con más ambiente de Bruselas.

DOMINGO

Coged el metro hasta la parada de Heysel para ir a visitar el Atomiun, otro de los símbolos de la ciudad.

Se trata de una estructura gigante (103m) de acero y aluminio que simula ser un átomo tridimensional ampliado. Fue construido en 1958 para la Exposición Universal de Bruselas.

En el interior de sus esferas hay espacios para exposiciones pero, sinceramente, no vale la pena esperar las largas colas para acceder. Yo lo vería sólo por fuera y aprovecharía para pasear, en todo caso, por los otros pabellones de la Exposición Universal que están en el mismo parque.

Si vais con niños, podéis acercaros también a Mini Europe, un parque con unas 350 maquetas hechas a escala 1/25 mediante las que se representan 80 ciudades de la Unión Europea. A ellos les encantará y podrán también aprender cosas interesantes.

Dependiendo de la hora de vuestro vuelo, podéis ir a ver el Barrio Europeo, donde están todos los edificios oficiales.

Y muy cerca, el Parque del Cincuentenario, con su Palacio con forma de arco del triunfo (recuerda a la Puerta de Brandeburgo) en cuyo interior hay tres museos: el Museo de Historia Militar, el Museo del Cincuentenario y Autoworld, un curioso museo con coches de todas las épocas.

Con esto se habrá terminado ya vuestro tiempo en Bruselas y deberéis ir al aeropuerto.

¿MÁS DÍAS EN BRUSELAS?

Si vais a pasar más tiempo en la ciudad, os aconsejo utilizarlo para hacer excursiones a las ciudades cercanas de Gante y Brujas. ¡Son preciosas!

Si quieres ver más artículos interesantes sobre turismo, marketing hotelero y planes para no perderse. No te olvides de visitar este fantástico blog: Mi vida conmigo.