Budismo cotidiano: El Sendero Puro (1/5)

Por Chocobuda

Muchas personas me preguntan si deben ir a un monasterio para aprender sobre Budismo Zen. Mi respuesta es la misma: no, no es necesario.

Las enseñanzas del Buda y de Dogen Zenji están tan bien diseñadas que sólo se tratan de palabras lindas que nos hacen sentir lindo una vez. Son un sistema de acciones y conocimiento que nos llevan a una vida tranquila. Promueven el cultivo de la disciplina y habilidades que, aunque no lo creas, nos liberan de estrés y los malestares de la vida cotidiana.

No se necesita ser un estudioso de filosofía o un monje para entender y conectar de manera profunda con las palabras de Shakyamuni o los Patriarcas del Zen. ¡Están dirigidas para todos! El Buda y Dogen hablaban por igual con reyes, militares, clérigos, comerciantes. Ahí radica el secreto de que el dharma se haya mantenido vigente por milenios.

El Sendero Puro es la manera de caminar en esta existencia con atención plena y practicando los valores budistas en dondequiera que estés.

Llegamos a esta Vía entrenando la mente para producir pensamientos y acciones que ayuden al bienestar de los demás seres que nos rodean. Cultivamos una vida saludable con el desarrollo de cualidades como empatía, gentileza, paciencia, perseverancia, concentración y atención plena al presente.

Con la práctica comenzamos a tener una existencia con menos estrés ante las situaciones difíciles o demandantes. Dejamos de ser esclavos de los pensamientos y de las emociones.

Debido a que el Budismo es una filosofía sin dioses, este Sendero Puro es para todos los seres humanos y es independiente de cualquier religión.

En esta serie aprenderemos cómo el Budismo Zen se puede llevar a la escuela, a la oficina o a la pareja.

Nuestra guía será la línea 183 del Dhammapada. En el Capítulo 14, titulado el Buda, Shakyamuni nos dice:

El abandono del mal,
el cultivo del bien
y la purificación de la mente:
tal es la enseñanza de los Budas.