La bota al pie del faro de Finisterre. Como quien dice el último paso, pero aunque (también dicen), el camino empieza cuando acaba, seamos ordenadas y volvamos al principio en este caso Lugo, a mitad del Camino Primitivo y mi primera incursión de peregrina. Tan peregrina como que la idea surgió de un día para otro y aunque dije sí a la propuesta, quizás lo que queria era decir no. No estaba muy convencida de mochila, perros sueltos y albergues. Tampoco ayudo mucho el "experto" de la familia, con nostalgia de dos caminos anteriores, igual de apresurados, e intransigente partidario que había que hacerlo así aunque se sufriera algo.Une esos temores, arrastra a dos pre adolescentes (el tercero me falló) a ese mundo ignorado y desconocido de donde se duerme o come, y te haces las mismas preguntas que te repetirás en muchas de tus zancadas, ¿Qué necesidad tengo de hacerlo? y el ¿Qué hago aqui? A los pocos días cuando acabado regresas al lugar de donde partisteis, en el autobús veras otros caminando y entonces sustituiras preguntas por la certeza de la envidia de no estar allí. El par de días previos estuvo marcado por recopilar material y mochilas para todos pero sobre todo por la báscula. Pesar macutos con los sacos, con las mudas empaquetadas en plan militar y las dudas "por sí". ¿Puedo llevarme la cámara? Y las respuestas de claro, la llevarás tú. Y es que el intrasigente se me ha vuelto poco caballeroso y va por toda la casa con la balanza como la "Justicia", asi que una asustada ve que pesa el doble que el saco y te vuelves minimalista. ¿y si recorto las etiquetas de las camisetas? Mi idea del camino siempre había sido organizar una ruta, y según escogieras taxi que llevara mochila al albergue o mejor que te llevara a ti todos los dias desde el hotel enganchando el tramo del día anterior, pero me temo que en esta ocasión iba a ser que no. Y ahora a la vuelta, pienso, libertad, comodidad, todos los caminos y forma son válidos, incluidas faldas de paddle y mochilas de Kitty que haberlas, haylas, pero mi consejo menos gente conocida con quien hablar, menos ideas preconcebidas, menos planes, obligaciones de llegada y más te sumergirás en ese universo donde lo que importa es el momento y la gente que te rodea, el chef alérgico a la lactosa o el bizcocho casero reconfortante ganado por la simpatia de uno de tus hijos.Así que aquí os dejo unas notas y enseño mi primer contacto con el Camino, y he escogido bien, mero contacto y primero.Se escogió un tramo mínimo por la falta de tiempo y las dudas del como saldría la experiencia. La ruta elegida fue el Primitivo desde Lugo, menos transitado que el Francés, con el que luego enlazariamos, y con la idea de ir cogiendo experiencia en rutinas sin el apresuramiento y la carrera, que a veces tiene este, donde siempre hay que estar preparado para dormir en cocina o reservar fuerzas para seguir. Esa primera parte era desconocida para todos y había que coordinar muchos ritmos de marcha distintos. De hecho el mio fue catastrófico y no es un problema de andar sino fotografiar, pero no habia proyecto ni planes, salvo tres, pulpo en Melide, dormir en Ribadiso y a la Misa del Peregrino en la Catedral a las doce de cualquier día, y en lo demás a donde se llegara. Tampoco es un viaje a la aventura guias como Gronze o la de Eroski Consumer, que puedes consultar sobre la marcha, nos dan una visión completa de mapa, orografia y alojamientos. De estos los que nosotros disfrutamos abarcan desde los públicos de San Roman de Retorta, (pequeño y acogedor con tan solo 12 literas) y de As Seixas, casi de diseño, a los privados como el Pedrouzo con su toque ikea.Y cumplimos. En Ribadiso da Baixo dormimos (no dejes de zambullir tus pies en el rio). En Melide comimos pulpo.Y tras una procesión nocturna de linternas desde Pedrouzo, que parecian las ánimas de la Santa Compaña, llegamos a tiempo a Santiago a la Misa del Peregrino.No esta mal, solo tres obligaciones en un semana. Comer en el Gato Negro en Santiago fue por devoción Siempre nos quedará Finisterre.Buen Camino.
Albergue de San Román da Retorta
Albergue As Seixas
Albergue As Seixas
Ribadiso da Baixo
Ribadiso da Baixo
Y todo los caminos nos llevaron a Santiago. Nació la idea en Santiago de la Ribera, pasó por la Iglesia de Santiago Apóstol en Santa Lucía, Cartagena, donde recogimos la credencial, y según una de las tradiciones desembarcó el apóstol y todos nos llevaron a la Compostela.