Para un alérgico o intolerante se hace difícil salir a comer fuera. Aunque su número todavía no es muy alto, cada vez son más los establecimientos que ofrecen menús para intolerancias a la lactosa, celíacos, alérgicos a los frutos secos, al marisco, a las legumbres o al huevo.
Recomendaciones para la elaboración de los platos
- Al adquirir las materias primas comprobar los indicadores de posibles alergenos
- Almacenar las materias primas para platos especiales en lugares separados del resto de los alimentos.
- Manipular los alimentos especiales en diferentes superficies a las del resto de menús
- Contar con utensilios específicos para evitar el riesgo de contaminación cruzada
- Usar especieros y saleros diseñados de modo que no sea necesario introducir los dedos
- Evitar el contacto con otra clase de alimentos mientras se elaboran los del colectivo específico.
- Nunca freír o cocer los alimentos de este tipo en aceite o agua utilizada previamente para otro alimento.
- Una vez elaborado hay que mantenerlo protegido.
- Debe estar correctamente identificado, a ser posible con una ficha que contenga los ingredientes detallados.
- Supervisión de un responsable que compruebe que el plato llega a destino sin errores.
Para prevenir errores es indispensable que tanto el personal de cocina como el de sala esté formado y tenga suficiente información a su disposición para tener las ideas claras a la hora de aplicarlas con rigor. La información puede estar disponible tanto en organismos oficiales de salud como en las asociaciones de afectados.
Los precios suelen ser más elevados, debido a que estas opciones suelen estar incluidas en los restaurantes de gama alta, ya que los ingredientes no tienen porqué ser más caros.