La cocina búlgara es un reflejo de los avatares históricos del país, así que iremos viendo las influencias de los distintos pueblos que la ocuparon y nos encontraremos con platos que recuerdan otras cocinas, todo pasado por las manos de este pueblo, que cocina con cariño... ¡y eso se nota!
Trucha frita rellena de panceta... nos suena ¿verdad.?
Mussaka, plato tradicional de los Balcanes y Medio Oriente.
Y como colofón a esta orgía alimentaria (venimos casi todos con algún kilo de más). El broche de oro de cualquier comida... ¡los postres! De ellos cabe decir lo mismo que de todo lo demás, variedad y exquisitez.
Strudel, crepes, baklava, garash (pastel de chocolate), tartas diversas, cremas, frutas... de todo como veis.
Pero quiero hacer una mención especial a un producto que destaca por encima de todo por su increíble calidad... el yogur. Bulgaria está considerada como la patria del yogur... y debe ser verdad, porque es... UNA DELICIA ABSOLUTA, nunca olvidaré uno que me tomé en el Monasterio de Rila (un lugar mágico del que os hablaré proximamente), sólo, sin azúcar... jamás había tomado nada igual... lo mismo que el de búfala... ¡que textura, por dios!
Muchas gracias por vuestros comentarios, poco a poco iré retomando la normalidad y visitando vuestros blogs... y los que estáis de vacaciones... disfrutad ¡duran poco!
Biquiños