Estamos en Semana Santa y los buñuelos es una de nuestros postres más típicos, y yo, que no soy muy aficionada a los fritos... (no porque no me gusten, si no porque no me sientan bien), este año ya he caído dos veces, la culpa en esta ocasión la tuvo mi viaje a Camerún, porque allí los beignets (buñuelos) están omnipresentes en todas partes. Por las calles se ven fundamentalmente mujeres con cestas de buñuelos en la cabeza, que cuando alguien quiere comprar, las bajan elegantemente, cogen los buñuelos con una bolsita y se los dan al cliente con una sonrisa... los he probado y son muy parecidos a los nuestros. Los míos no son los clásicos, quería probar algo diferente y como me vine con varios libros, elegí unos que me conquistaron sus ingredientes, porque me gustan y porque no tienen gluten, lo hice nada más llegar, siguiendo la receta del libro al pie de la letra... me resultaron algo apelmazados (no llevaban levadura), así que me puse a buscar en la red y encontré un montón de recetas, que si llevaban levadura, por tanto repetí... y efectivamente, me gustaron más, aunque la receta la he adaptado sobre la marcha, porque a mi modo de ver no necesitaba tanta harina , así que la cosa quedó así.
Ingredientes:
para 18 buñuelos
- 3 plátanos grandes maduros
- 1 cucharadita de jengibre
- 50 g de harina de maíz
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 30 g de azúcar ( yo no puse)
- Aceite suave para freír
- Papel de cocina para escurrir
- 1 cucharada de azúcar de abedul para servir
Elaboración:
- En un bol colocamos los plátanos pelados y los aplastamos con un tenedor
- Incorporamos la harina, la levadura, la pizca de sal y el azúcar si se lo echamos, yo no se lo puse, la primera vez que los hice si que se lo puse y me resultaron muy dulces, por lo que en esta ocasión probé sin él y el resultado me gustó, bien es cierto que a mi no me gustan las cosas muy dulces.
- Mezclamos bien todos los ingredientes, tapamos el bol con papel film y dejamos reposar durante una hora.
- Ponemos una sartén al fuego con bastante aceite y cuando este caliente vamos depositando con una cuchara montoncitos de la masa y dejamos que se doren por ambas caras.
- Los colocamos en una fuente con papel de cocina para que escuran el exceso de aceite.
- Se sirven en una fuente espolvoreados de azúcar, en este caso de abedul.
- He leído en este blog que fríos se vuelven más crujientes... y tengo que darle la razón, recién hechos están tiernos, pero al enfriar adquieren una ligera capa crujiente... aunque de cualquiera de las dos formas están ¡buenisimos!
- Y otros buñuelos de fruta que también están deliciosos son los de manzana, aquí os dejo el enlace: http://www.cousasdemilia.com/2016/03/torrijas-de-vino-tinto.html
Feliz semana!