Burgos: Guía de tapas

Por Amoras
Ya habíamos estado de tapas por Burgos hacía un par de años. En aquella ocasión fue una visita rápida, de apenas una noche, que nos sirvió para conocer por donde se movía el tapeo y para comprobar que es una ciudad con gran ambiente de barra y pincho. Esta vez, de manera más sosegada, hemos podido probar más bares y comprobar que el estilo es el que ya comentamos: pinchos de pago, a precios entre el euro y los 2,5€. De media barato (aunque algunos locales se suben a la parra) y con dos zonas básicas para su degustación: la calle San Lorenzo y los alrededores de la Catedral: las calle de la Paloma, Porcelos y, principalmente, Sombrerería.

La calidad de los pinchos suele ser bastante buena, aunque se nota cierto crecimiento del modelo low-cost pero la celebración de una feria "De tapas por Burgos" en las fiestas de San Pedro, en junio, fomenta la calidad ya que los locales premiados suelen ofrecerte las tapas ganadoras en sus cartas. Como visitamos muchos locales hemos marcado con una (R) los que, a nuestro entender, son imprescindibles.


Zona Catedral/Sombrerería:
- Rimbombín (R): Un local grande, con una larguísima y bien provista barra son la carta de presentación de uno los locales más conocido de la ciudad. Un sitio que merece la pena. Tomamos Huevo a baja temperatura con pisto y aceite de trufa, dos croquetas de jamón y una bola de morcilla con puré de manzana (que estaba bastante mala) con dos Coca-colas y un agua por 9,5€

- Taberna Pecaditos: es un low-cost originario de aquí. El primer local lo abrieron en la calle Calzadas y este de Sombrerería es el segundo. A partir de aquí franquiciaron la marca y ya están extendidos por bastantes lugares de la península. La idea: vender productos de calidad por 1€... de mucha calidad la verdad es que no son. Eso si, estaba lleno. Es un estilo los "100 Montaditos" que además de montados ponen bocaditos en tortita de aceite. Pedimos un pecadito de mini-hamburguesa y uno de morcilla con huevo de codorniz. Con agua, leche y vino blanco: 6€

- La Cabaña Arandina (R): De los más caros de la zona, lo visitamos hace un par de años porque vimos que estaba recomendado por las guías Routard y Michelín. Es más de raciones que de tapas pero también puedes tomar de estas últimas. Tomamos 2 chacolís burgaleses, 2 cervezas, 2 pinchos de gambas, un croquetón y una tapa de pulpo vinagreta por 16 euros.

- Cervecería Morito (R): El primer día, y eso que era jueves, no pudimos entrar de la de gente que había. Es un sitio más para cenar y que tiene su mayor encanto en la relación calidad-precio, muy barato, raciones y tostas enormes y de muy buena calidad. El pincho de Morcilla merece la pena. Nosotros pedimos las bravas que llevan alioli y salsa brava (1,5) con dos coca-colas (de grifo, esto no mola): 4,5€

- La Sirenita: sabíamos que era otro low-cost y sabíamos que era de los mismos que el Pecaditos. Aún así había que probarlo para opinar y bueno... más de lo mismo... no somos contrarios a los low-cost. Generan ambiente y competencia, pero no suele ser buenos. Aquí pedimos unas bolas de pollo que estaban bien, un vino y un mosto. Todo por 3€

- Froilán (R): Pequeño y algo menos lleno que los bares de los alrededores pero estaba bastante bien. Una carta de tapas y otra de raciones donde se veía que no era caro. Pedimos una ración gambas gabardina (3€) con un pincho de autor llamado "Morcilla de Potro con chips vegetales", era una especie de carne con morcilla bastante rica que se acompañaba de lechuga empanada!!! no estaba mal la verdad. Pedimos también un pincho de tortilla, un blanco y una coke y pagamos 9,9€

Catedral/La Paloma:

- A!Sonante: un gastrobar by Jesús Basurto. Moderno y con una original carta. Te ponen tapa de cortesía: chaka empanada y de comer pedimos un bacalao con vinagreta y piquillo (2€). El bacalao tenía un punto estupendo pero el pincho acababa cansando. Lo tomamos con un blanco y un agua y salimos por 4€; un gran precio.

- Gaona: Era extraño. El más pegado a la catedral no entramos al principio porque recordaba a los sitios medio guiri medio cutres que bordean la plaza mayor de Madrid. Luego, por dentro, una parte de bar cutre y no muy lleno y, al fondo, un restaurante perfectamente decorado y hasta arriba. Pedimos un Pincho de Morcilla con Huevo y beicón recalentado y poco digno con un vaso de leche, un agua y vino blanco. Eso sí, de precio muy barato: 5€ todo.

- El 22 Vinos y Tapas. De pinchos sofisticados y algo más caro que otros bares de la zona. Tomamos una brocheta de pulpo (una especie de pulpo en gabardina) y una muy currada tapa de pisto, huevo de codorniz y cecina. Con dos Coca-Colas salió todo por 9,40€

- La Mejillonera (R). Un clásico. En Palencia hay otra Mejillonera con las mismas tapas, estilo y, dado lo económico que es, con el mismo público juvenil. 2 mostos, 1 Coca-Cola, 1 vino blanco y una de mejillones a la escocesa todo por poco más de 7 euros.

Zona San Lorenzo: una calle muy estrecha que sale de la Plaza Mayor. Al igual que Sombrerería muy animada y con locales muy diversos, clasicones, low-cost, modernos e incluso una Competencia, los de la tapa de pizza que hay por León y Asturias. En nuestra cata le dimos a:

- La Perla Arandina (R): Estupendo bar. De los típicos de paisanos pero con un trato exquisito. Nos tomamos un pincho de bonito, uno de hamburguesa y, además, una ración de oreja rebozada. De tapa nos pusieron dos caldos y todo, con dos cokes, salió por 11,5. Los pinchos son algo caros, 2,6€ pero el conjunto merece la pena.

- Mesón los Herreros (R): Visitado en 2.012 sigue siendo uno de los imprescindible de la ciudad. Nos equivocamos con la tapa, pedimos una tabla de patatas cuando la de moda era el Flamenquín relleno de Boletus. Al final fue una ronda rápida por 11,30€

- Casa Pancho (R): También visitado hace un par de años, repetimos de nuevo, como no, es de los bares más emblemáticos de la ciudad. Muy famoso por sus cojonudos (chorizo con huevo de codorniz) y sus cojonudas (con morcilla). Genial el trato y geniales las tapas. Además nos ofrecieron tapa de cortesía (panecín con jamón o pate). Un Ribera, un mosto y una pareja (un pincho de cada) por 4,5€

- El Orfeón Burgalés: paisaneo total. Un local decadente pero con todo su encanto, su baño mixto y su barra llena de productos fríos: langostinos, anchoas, bonito, gildas, etc. Nosotros tomamos un pincho de langostinos, un vino y un agua: 3€

- La Lorencita: un bar moderno, igual que muchos con estas nuevas decoraciones en blancos era algo frío. Anteriormente era un low-cost llamado Quecaña. Entramos por los carteles de los pinchos del concurso: ganador del pincho de 2.014 de tapa fría. Tenían buena barra pero estaba vacío. Probamos el pincho caliente ganador de 2.013: ventresca confitada de bacalao con boletus (2,5€). Muy bueno. Con una croqueta, un mosto y un ribera: 6,3


- La comidilla de San Lorenzo (R): de los más llenos de la calle y de los más recomendables ya que las tapas no son tan caras (no llegan a dos euros) y están muy curradas. Nos pusieron un caldito con la consumición y aparte pedimos una tosta de chaka y un crujiente de boletus que con un ribera Crianza (2,4) y un mosto salió todo por 6,6€

- La quinta del Monje (R): otro de los llenos de la calle y otro de los recomendados: un cava, con un mosto y un huevo del monje, ganador también un año del concurso de tapas y consistente en una mezcla de foie con boletus y espuma de huevo, sabores muy intensos, por 6,2€

Después de este viaje nos hemos quitado la espinita que teníamos con la ciudad, la hemos disfrutado a tope, con sus pinchos, su ambiente y su frío!!!