La bursa es un saco lleno de fluido que rodea las articulaciones del cuerpo y que tiene como objetivo proteger a los músculos, los ligamentos, los tendones o la piel de la fricción con el hueso. Sin embargo, en ocasiones, esas bolsas se inflaman dolorosamente, condición que se conoce con el nombre de bursitis. Las principales causas de su aparición son: lesión por golpes o contusiones; presión repetida sobre la bursa, exceso de uso debido a la realización de una actividad no habitual; irritación de los depósitos de calcio en las paredes de las bolsas. Las áreas más comunes donde se presenta la bursitis son los hombros, los codos, las rodillas y el talón.
Remedio de sidra: Revolver dos cucharaditas de vinagre de manzana y dos de miel pura en un vaso de agua y tomarlo con cada comida.
Compresa de pimienta: hervir una cucharada de pimienta de Cayena en dos tazas de vinagre de manzana durante 10 minutos aproximadamente y usar el líquido para una compresa tibia.
Masajes con esencias: Mezclar 3 gotas de aceite esencial de romero, pino y mejorana con 1 cucharada de aceite de almendra y aplicar suavemente, dos veces al día, sobre la parte afectada