Buscando el norte

Por Yolanda Pérez @psicolunablog
Que en un momento dado no veamos el final del camino que hemos iniciado, no siempre indica que estemos perdidos.

Hoy os propongo la lectura de un interesante artículo escrito por “Collier”.

En ocasiones nos encontramos algo bloqueados sin saber muy bien qué dirección tomar pero seguros/as de que la que estábamos manteniendo ya no nos sirve.

Pararse, tomar distancia de la situación que nos genera dudas y  conectar con lo que nos hace sentir, es sin duda un buen comienzo para aclararnos sobre cuáles son nuestros objetivos personales. Solo de esta manera podremos volver a trazar nuestro propio camino.

Estas pautas no harán desaparecer el miedo al cambio pero  sin duda nos librarán de la pesada carga de ir en contra de nuestra naturaleza.

Feliz lectura.

¿Qué hacer? ¿Estamos bloqueados  ante una situación?

Hay muchas veces que nos vemos bloqueados y estancados, no sabemos que hacer, que decisión tomar, estamos confundidos y no tenemos las ideas muy claras. Unas veces puede ser que sea por miedo a dar el paso y otras porque simplemente no sabemos que hacer.

Esta incertidumbre de no saber qué hacer nos va agobiado poco a poco, cuanto más nos agobiemos, más nos costará decidirnos y más estancados estaremos.

¿Qué podríamos hacer?

  • Si podemos alejarnos. Sería conveniente alejarnos por unos días del ambiente que nos rodea y dedicarnos el tiempo a nosotros para poder reflexionar, sólo nosotros, donde queramos, para poder meditar la situación. Unos días fuera de nuestra ciudad sería lo más indicado, pero si las circunstancias económicas o familiares no lo permiten, se puede optar por aislarse por unas horas y dedicarnos a nosotros completamente. Nosotros nos conocemos y sabremos qué hacer para que nuestra mente se ponga en funcionamiento, se abra a la claridad y nos vengan las ideas.
  • Recapacitar, pensar en nuestras prioridades y en nuestros valores. ¿Qué es lo primero para nosotros, qué valores tenemos? Lealtad, honestidad, compromiso, felicidad, respeto….
  • Cuando ya tengamos el punto anterior bien definido y reflexionado, elegiremos lo que más nos importa y sabremos qué hacer.

Nadie ha dicho que la vida sea fácil, pero sí que hay que hacerla lo más fácil posible, valorar  lo que tenemos, poner en una balanza los pros y los contras, lo que se tiene y lo que se dejaría de tener, lo que nos hace más feliz y lo que no, si vamos a tener calidad de vida o va a estar ausente, si te puede más el orgullo que la humildad.

Todos tenemos decisiones que tomar unas mas sencillas y otras más complicadas, pueden ser laborables o familiares. Sean las que sean espero haberos dado una idea de cómo podemos llegar a saber qué hacer. Habrá veces que no será fácil llegar a tomar la decisión adecuada, pues pensaremos que cometeremos un error o dañaremos a alguien, pero debemos  pararnos a pensar que si no lo  hacemos  nos haremos daño  a nosotros mismo, pues iremos contra nuestra voluntad y tampoco sabremos si nos hemos equivocado, si no lo intentamos.

Yolanda