Búsqueda de la verdadera causa de un problema de aprendizaje, de atención o de hiperactividad

Por Rosavison
Cuando un niño tiene problemas de rendimiento en el colegio, normalmente no suele ser debido a una sola causa. Suelen tener problemas en diferentes áreas o sistemas sensoriales o en la integración de esos sistemas. Lo mismo ocurre con un niño con problemas de atención o con problemas de hiperactividad.
Para ayudarles a solucionar su problema y hacerles más fácil su tarea escolar, se debería buscar la causa real que lo produce y trabajar sobre ella. La mayoría de las veces en estos casos, el problema se ha producido en el propio desarrollo del niño durante su primer año de vida:

Por tanto, en estos casos, hay que evaluar los cuatro desarrollos para averiguar cuál es el que no ha recibido la estimulación adecuada en el primer año de vida y ha desencadenado todo lo demás. Cuando uno falla, arrastra a los demás, y todos terminan estando afectados. Por tanto, TODOS SON IGUALMENTE IMPORTANTES y no hay que infravalorar ninguno.
En el caso de la visión, muchos padres y profesores piensan que si el niño puede ver la pizarra sin problemas o no se acerca a la televisión o ve un cartel en la calle muy lejos, no tiene ningún problema visual, pero eso no es del todo cierto. Puede tener un problema de rendimiento académico causado porque su visión no sea eficaz, y porque tiene que estar compensando todo el tiempo esa ineficacia para conseguir hacer sus tareas y llegar al nivel de sus compañeros con un esfuerzo mucho mayor del que emplean ellos. Y esto suponiendo que con dicho esfuerzo llegue a ese nivel, hay niños que no lo consiguen.
Decimos que la visión no es eficaz cuando:
  • Tiene mala agudeza visual de lejos: no ve claro algo lejano. 
  • Tiene mala agudeza visual de cerca: no ve claro un texto o algo cercano. 
  • Tiene malos movimientos oculares: sus ojos no van donde él quiere que vaya de manera precisa, suave y coordinada al mira algo en movimiento o cuando cambia su mirada de un objeto a otro. Incluso cuando al intentar hacer estos movimientos lo acompaña con un movimiento asociado de cabeza. 
  • Tiene mala acomodación: no consigue enfocar para ver claro un texto cercano y cuando lo hace se le emborrona rápidamente porque no puede mantenerlo durante un tiempo. O no puede cambiar su enfoque a diferentes distancias de manera eficaz y precisa sin esfuerzo extra. 
  • Tiene mala fusión: las letras en el texto parecen no estar quietas en el papel. Sus ojos no están coordinados y ambos ojos no coinciden en el mismo punto donde quiere mirar de manera precisa y mantenida. Por tanto, no puede obtener una imagen estable resultado de las imágenes de ambos ojos. 
  • Tiene mala estereopsis: sus ojos no trabajan en equipo, por tanto, las imágenes ligeramente diferentes que se forma en cada retina de un mismo objeto, no se pueden juntar en el cerebro para crear una única imagen tridimensional, lo que le hace calcular mal las distancias, golpearnse con las cosas, ser patoso, etc.

Además, puede que vea claro pero que no sepa lo que ve, es decir, que no sepa discriminar, memorizar, reconocer, identificar, etc. Decimos entonces que no procesa bien la información del entorno cuando alguna de las habilidades perceptuales están mal desarrolladas.
Los niños que tienen problemas en diferentes áreas, tienen un problema añadido: una vez detectado todo lo que está afectado y visto todo lo que podemos trabajar para conseguir que rinda con menos esfuerzo, el problema es que normalmente necesitan más de una terapia o más de un profesional para solucionar su problema, con todo lo que ello conlleva (tiempo, viajes, esfuerzo, estimulación constante, falta de tiempo para que el niño disfrute o juegue,,,, en definitiva un trabajo constante por parte del niño y de la familia).
Por eso, cuanto antes se detecte el problema base que causa todo ese desajuste será más fácil de tratar porque el resto de las áreas estarán menos afectadas y porque tratando el problema base, el resto se solucionará más fácilmente.