Hasta hace poco era bastante difícil encontrar este producto en nuestro supermercado habitual pero, aunque desde hace un par de años ya es frecuente ¿por qué no preparas tu propio buttermilk o suero de mantequilla casero? Es extremadamente fácil, rápido y barato.
El suero de mantequilla o mazada, como se conoce tradicionalmente en España, casi siempre se utiliza en recetas que utilizan como ingrediente el bicarbonato sódico ya que neutraliza algo de su acidez.
Un error muy común es confundir el suero de mantequilla con el suero de leche ya que en realidad, no tienen nada que ver.
El suero de leche se obtiene de la fabricación del queso y es de color transparente amarillento mientras que el buttermilk es de color blanco de aspecto espeso debido a la presencia de los fermentos lácticos y no a la grasa.
El verdadero el suero de mantequilla, se obtiene por medio de la agitación de la nata de la leche natural para que se rompan las membranas de grasa que contiene. Este proceso produce grumos pequeños que flotan en la disolución líquida de la crema.
De la agitación de la nata de la leche natural, los grumos que componen el suero de mantequilla se apartan y se trabajan poco a poco, presionando y removiendo hasta que alcanzan la consistencia y forman una única masa sólida: la mantequilla.Como es difícil que dispongamos de la nata de la leche natural recién ordeñada como para seguir este proceso y obtener un suero de mantequilla auténtico, vamos a hacer una mazada o buttermilk casero sustitutivo del real añadiendo a la leche elementos ácidos.
Ingredientes para hacer Buttermilk o suero de mantequilla casero
Se puede hacer de diversas formas pero voy a utilizar dos de los ingredientes que todos solemos tener en nuestra cocina:- 15 ml de zumo de limón natural
- 225 ml de leche
Cómo hacer Buttermilk o suero de mantequilla casero paso a paso
En una jarra medidora, ponemos 15 ml de zumo natural de limón y añadimos leche (semidesnatada en mi caso) hasta tener 240 ml en total entre ambos líquidos.Remover y dejar reposar 10 minutos tras los cuales, la mezcla se habrá espesado y cortado ligeramente como podemos ver en la siguiente fotografía:
Cuando utilicemos nuestro buttermilk casero, no será necesario colarlo ni nada. Simplemente lo agitaremos antes de añadirlo a la receta para la cual lo necesitemos.