Uno de los hoteles emblemáticos de la ciudad convertía por un fin de semana casi treinta de sus suites en boutiques, y había que verlo. Además, unas queridas amigas, The Federicas, estaban encargadas de la decoración del evento, así que doble motivo para acudir a esta cita con la moda en el Hotel Santa Catalina. La verdad es que se notaba su exquisito toque en la ambientación. Un toque siempre fresco, natural, dulce y bello. ¡Enhorabuena chicas!
Me he centrado en la decoración y no en los tesoros que escondía cada habitación del hotel, pero no quería despedirme sin presentarles uno de los diseñadores que llamó mi atención. Se trata de una carpintería, La Boschetta, que realiza piezas con maderas recicladas. Me encantaron sus marcos con publicidad antigua.