De Homemade
Ayer salimos temprano al mercado municipal de Chacao, con el tiempo he descubierto que se hace mas agradable hacer las compras de la semana en mercados populares. Interactuar con vendedores, comerciantes, otros clientes y uno que otro gato no es lo ocurre normalmente en el supermercado. En "el super" todo está sellado, ordenado, limpio (a veces) y los empleados hacen lo posible por hacer que te sientas invisible (sin mencionar que las frutas por lo general están verdes o a lo mas "pintonas" pero nunca maduras)
Y es que definitivamente hay algo que falta en los supermercados: el contacto humano. Nadie en un supermercado te sonríe, ni te llama "mi amor", ni te cuenta que "los plátanos no están muy buenos, se perdieron muchas cosechas con las lluvias de diciembre, por eso los vendo mas baratos", tampoco te darán dos tomates de ñapa (de regalo) ni te explicarán las semejanzas y diferencias entre la rucula y el radiccio verde y el diente de león. En el supermercado nadie te deseará un feliz día después de comprar media patilla (una patilla incandescente que nunca podré comprar en el supermercado). Se siente bien saludar a la gente, escuchar el bullicio y las risas y conseguir, como si de pronto me tropezara con un verdadero tesoro, unos tomates maduros, hermosos y rojísimos que parecían estar cantando al sol de pura felicidad.
Y pasillaneando por el mercado me topé con la venta de maíz. Unos señores lo desgranan y lo muelen en tu cara (no en el sentido literal claro), te lo venden en una bolsita y solo se debe agregar agua, sal y azúcar para preparar una cosa que sabe a Venezuela, algo que a la mayoría nos encanta y muchos no conciben la vida sin ella: la cachapa.
De Homemade
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Para los que no la conocen se trata de una tortita de maíz molido que normalmente se come con algún queso blanco, se consigue en absolutamente todos los establecimientos de comida criolla de Venezuela. Para mi siempre ha sido un problema prepararlas: se me pegan de la sartén y se resisten a ser volteadas, por lo general termino frustrada con una cachapa medio quemada por fuera, medio cruda por dentro, arrugada y toda desfigurada, luego comienzo a hacer trampa, añado leche, harina, huevos o cualquier cosa para evitar el desastre. Pero esta vez respiré profundo, aceité la sartén como nunca, bajé la intensidad de la llama y me armé no de una, sino dos espátulas de cocina para ayudarme a voltearlas.
Este es el resultado, si quieren saber a qué sabe mi país no dejen de probarla, caliente, con mantequilla y queso de mano. ¡la gloria!
Ingredientes:
3 tazas de maíz desgranado (o ya molido)
3 cditas. de sal
1/2 taza de azúcar
3/4 de taza de agua
Queso blanco telita, guayanes o de mano* para el relleno
Mantequilla para untar
* Por cierto, si se encuentran en España y desean saber a qué saben estos quesos deliciosos sepan que existe una fábrica de quesos venezolanos en Asturias. La información aquí
Instrucciones:
Mezclar todos los ingredientes en la licuadora hasta obtener una pasta gruesa. Calentar una sartén (yo uso una antiadherente) o budare a fuego medio y rociar generosamente con aceite vegetal.
Servir un cucharón de la pasta sobre la sartén y con el dorso del mismo cucharón extender la mezcla para que quede no muy gruesa. Cuando la cachapa se torne firme por arriba, voltearla con la ayuda de una espátula (en mi caso dos, y si tuviera un tercer brazo sería incluso mejor) y dejar que se cocine por el otro lado. Retirar y reservar.
Aceitar nuevamente la sartén y repetir el proceso tantas veces como sea necesario.
Para servir, colocar nuevamente la cachapa en la sartén. Añadir el queso sobre la mitad de la cachapa, doblarla por la mitad cubriendo el queso para hacer una forma de "media luna". Dejar en la sartén hasta que el queso comience a derretirse. Retirar de la sartén y servir de inmediato con mantequilla por arriba.
Da para 10 cachapas medianas y muchas mini-cachapitas
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